Gane, empate o pierda, Boca debe mostrar un plus. ¿Será en Belo Horizonte?
Un breve resumen para entender el momento.
No hay que ser un genio o un experto en fútbol para entender que este Boca no juega bien. El equipo de Barros Schelotto triunfa más por sus individualidades que por su funcionamiento colectivo, ya que en el último tiempo fueron pocos los partidos en donde mostró buen fútbol. Además, salvo en el encuentro de ida ante Cruzeiro (2-0), no logra entender cómo jugar esos choques decisivos, donde los detalles importan y el planteo táctico es vital para obtener un resultado favorable.
El último Superclásico y la eliminación de la Copa Argentina ante Gimnasia (LP) evidenciaron los dos problemas más graves que tiene el Xeneize: la generación de juego y el temperamento en los mano a mano. Sin sociedades ni pases consecutivos, con apenas un par de remates al arco y una desidia sorprendente, el bicampeón argentino perdió ante River y se marchó de la competencia sin pena ni gloria. Y no hay nada peor, por lo menos para quien escribe, que caer así.
Las formas siempre importan.
En el fútbol está casi todo inventado, por lo menos en la parte de resultados: ganar, empatar o perder. Pero lo que te hace diferente al resto es la idea y el convencimiento para llevar un plan acabo. Boca, por ahora, hace todo para que esto no se cumpla: cambia constantemente esquemas y jugadores, su entrenador realiza variantes que carecen de lógica futbolera y, cuando parece que está por levantarse, vuelve a la lona. La falta de confianza se hace evidente.
Perder está permitido pero no así.
Trabajar, corregir errores y poner en práctica la autocrítica. El equipo debe cambiar antes de que sea demasiado tarde y entender que cuando se visten con la ropa azul y oro hay cosas que no te pueden faltar. Los hinchas, frustrados por los últimos resultados, acumulan más bronca por la manera en que se su club salió derrotado en los últimos dos compromisos. Por eso se expresan y piden una mayor entrega dentro del campo de juego. Y como dijo Juan Román Riquelme hace un tiempo: “A veces con personalidad se tapan un montón de cosas”.
En Brasil, por la historia.
El próximo jueves 4 de octubre, Boca se juega el semestre en Belo Horizonte. Ya son miles los hinchas que tienen pasaje, entrada y hospedaje para acompañar al club en una instancia clave de la Libertadores. Si hay un momento para demostrar es ese, porque jugar la Copa para el Xeneize no es algo que ocurre todos los días. Sí, llegó el momento de hacer silencio afuera y hablar adentro.