Agustín Almendra está atravesando un momento fantástico. El volante marcó dos golazos consecutivos (ante Lanús y Huracán) y maneja los tiempos del mediocampo de Boca. Pero la actualidad del juvenil surgido de las inferiores del Xeneize parecía imposible hace tan solo un año, cuando Agustín dejó de presentarse a entrenar y pensaba en dejar el fútbol.
En Boca, en vez de castigarlo, decidieron apoyarlo por su ausencia y brindarle la contención necesaria. Y ese trabajo dio sus frutos. El volante recompuso el camino y empezó a mostrar en Primera todo lo que ya prometía en las inferiores. “Nos llena de alegría este momento”, marcó Jorge “Patrón” Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol, en diálogo con ESPN. Y Contó cómo fue el proceso de Agustín hasta llevar al día de hoy:
“Cuando llegamos Agustín tenía problemas muy serios y le respetamos su espacio. Él no quería ir a entrenarse, no quería jugar más. No quisimos invadir su espacio: le pusimos la mano en el hombro, lo escuchamos y le dijimos que su vida era ser jugador de fútbol. Le fuimos dando un espacio para que se reencuentre con su camino”.
Además, comentó que Marcos Rojo primero, y Chelo Weigandt después, fueron fundamentales para ayudarlo a “recuperar la alegría”.
“Estoy muy emocionado por su reacción. Por el amor propio y el amor hacia al club. Estamos agradecidos al grupo de jugadores, por la manera que lo arropó. La llegada de Marcos (Rojo) fue fundamental, le devolvió la alegría. El Chelo Weigandt también estuvo mucho cerca de él”.