El técnico de Boca se refirió al aspecto futbolístico del equipo. Mirá lo que dijo.

Miguel Ángel Russo, se mostró satisfecho pero no muy conforme con el rendimiento de sus dirigidos. A su vez, aseguró que el triunfo fue importante en el aspecto anímico. Sobre el final del partido, le tocó sufrir más de la cuenta, es por eso que cuando el árbitro pitó el final del partido, se vio su desahogo con un grito característico: “¡Vamos Boca, carajo!”.

Por otra parte declaró que todavía no se logra ver el funcionamiento que pretende pero le gustó cuando su equipo pudo tener verticalidad y velocidad en el ataque. Se crearon buenas asociaciones en la parte ofensiva que fueron importantes en el desarrollo del encuentro. Con lo que pretende el técnico, da a entender que Villa será fundamental en su sistema de juego:

Queremos tener volumen de juego, precisión, cambio de ritmo, velocidad, intensidad. Y defensivamente ser fuertes. Tenemos que tener todo ese tipo de cosas. Vamos entendiendo la parte de la intensidad. Boca es un equipo intenso, hace las transiciones muy rápido y eso es bueno pero también tiene otras cosas que se deben mejorar. Más allá de la idea, lo principal es buscar el equilibrio, tranquilizarnos, entender que todas las urgencias te llevan a no pensar y en esto hay que ser pensante y medido. Hay que confiar en uno mismo y buscar el crecimiento permanente”.

Luego, habló de como el equipo se debe adaptar a distintas circunstancias del partido. Habrá partidos más difíciles que otros en los cuales el rival te espere y tengas que romper con ese bloque defensivo. Por esa razón, insiste tanto con que el equipo sea vertical. Hay otro tipos de partidos que el rival te irá a buscar y te someterá sobre tu arco, en ese desarrollo es importante jugar en largo, para los contragolpes:

Boca siempre es Boca y habrá que acomodarse. Hay partidos que los podremos sacar de esta manera y otros que lo sacaremos de otra. Ningún partido es igual a otro. La verticalidad tiene que ser importante porque es la única manera de doblegar o lastimar al rival. Cada uno tiene que entender cuándo jugar corto y cuándo jugar largo”.

Por último, hizo referencia a la parte defensiva. Dio a entender que cuando el equipo esté muy comprometido con el ataque, los centrales deberán estar capacitados para jugar mano a mano con los delanteros rivales. El margen de error, en esa situación es muy chico:

En algún momento los del fondo tendrán que jugar mano a mano, los equipos grandes toman riesgos. Necesitamos defensores muy atentos en el juego y que no cometan errores. Ojalá podamos repetir los niveles nuestros, los rivales cambian”.