Los futbolistas y su entorno deciden cuál es el mejor destino para su carrera. Y es respetable. Pero últimamente se repite un patrón: los jugadores que rechazan la posibilidad de llegar a Boca, luego entran en una debacle en su nuevo destino.

A continuación un repaso de alguno de los caso más marcados:

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Arturo Vidal: si bien ganó la Copa Libertadores con Flamengo, el chileno jugó poco y nada. Y lo hace cada vez menos: en los últimos dos meses, apenas sumó un puñado de minuto y dejó en claro su disconformidad con su situación en el club de Río de Janeiro.

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Edinson Cavani: le dijo que no a Boca y firmó con Valencia de España. Su equipo está a tan solo un punto de los puestos de descenso y acaban de destituir a su entrenador, Genaro Gattuso.

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Ángel Romero: el hermano de Óscar también estuvo en el radar de Boca. Finalmente se inclinó por Cruz Azul, donde mantuvo una relación distante por la hinchada. Luego de un año, no renovó contrato y volvió al Corinthians de Brasil.

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Paolo Guerrero: rechazó jugar en Boca cuando estaba en Inter de Porto Alegre. Terminó quedando libre y luego recaló en el Avaí, donde no tuvo un buen nivel. Con el pase en su poder y 39 años, firmó con Racing.

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Facundo Farías: aunque fue parte de la postura de Colón de Santa Fe, luego de su frustrado pase a Boca (en el medio, también coqueteó con River) no volvió a brillar en el fútbol argentino. Aunque todavía es muy joven (20).