El segundo capitán analizó el clásico desde la cancha y habló del cabezazo que lo dejó con la nariz sangrando.

Carlos Izquierdoz viene siendo, hace más de dos años, una de las grandes figuras de Boca. Junto a Lisandro López en la zaga central, lograron muchas vallas invictas y la tan ansiada solidez defensiva que produce mucha seguridad en la última línea de la cancha.

En esta ocasión, con Carlos Zambrano al lado, mostró su firmeza pero los errores generales terminaron provocando los dos goles de River en el Superclásico. Tras el partido, quien fue el capitán ante la ausencia de Carlos Tevez se animó a analizar el encuentro rápidamente y con una gran claridad.

Estábamos bien, por más que le cedíamos la iniciativa y tenían la pelota, no nos generaban peligro salvo ahí el rebote de un córner (la volea de Carrascal). Después, cuando recuperamos, encontrábamos el espacio pero por ahí nos faltaba ser un poquito más rápidos sabiendo que ellos tienen una presión rápida a los posibles receptores de la pelota. Era recibir, jugar rápido y ahí aparecían espacios pero bueno, no tuvimos tantas“.

Con respecto al complemento, dejó en claro que la roja a Jorman Campuzano rompió el partido y que buscaron defenderse de la mejor manera a pesar de los fuertes ataques del rival.

“En el segundo tiempo y con la expulsión, fue normal que ellos se nos vinieran. Cuando metieron a Ponzio sabíamos que iban a tratar de jugar por adentro, para abrir por la banda y terminar con centro. Metían cuatro o cinco tipos en el área y así fue que nos hicieron los dos goles. Estando en desventaja sabíamos que teníamos que ir a buscarlo con más amor propio que otra cosa y después de la expulsión de Enzo Pérez, creo que retrocedieron un poco, no tuvieron tanto el control del partido y pudimos empatarlo. No era lo que queríamos pero, viendo cómo se había presentado el partido tras la roja, creo que estuvo bien el resultado y fue justo“.

No quedan dudas que, al cederle la pelota a los dirigidos por Marcelo Gallardo, fueron los dueños de la posesión en casi todo el partido. De todas formas, durante la charla con TNT Sports, le quitó importancia a los porcentajes.

La posesión de la pelota ya es relativa. Si vos no sabés generar o conservar la posesión, es moverla para generar espacios y no sorprendés al rival. No sirve de nada. Por ahí tenés la posesión y nosotros recuperábamos y sí teníamos esos espacios. Hoy la posesión de la pelota es muy relativa, siempre y cuando la sepas aprovechar. No sufríamos, entonces era algo más posicional. Al principio no nos afectaba pero con la inferioridad numérica, metían mucha gente en el área y ahí… Es plata o mierda. Si le caía a uno nuestro, la sacábamos; si le caía a uno de ellos, era lo que podía pasar. Fue mérito de un trabajo en conjunto el no sufrir, lo planteamos así y estuvo bien”.

Sobre el final, el Cali recibió un fuerte golpe en la nariz y ante la consulta, cerró:

“Me salió sangre, choqué ahí cuando cabeceé y venía retrocediendo. Creo que fue Girotti, no sé quién era. Cabeceó la pelota y chocamos la cabeza de él con mi nariz. No duele, ya estamos acostumbrados a estos golpes. La nariz no tiene arreglo… Trataremos de que no nos golpeen para que no sangre pero si sangra, hay que jugar igual“.

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