Entrevistado por el diario “Clarín”, Emanuel Insúa fue uno de los mejores jugadores de Boca Juniors en el último campeonato y cuenta como vivió este semestre.
El defensor contó que desea triunfar en el club:
“Siempre soñé afianzarme en Boca. Por eso trabajé muchos años. Aunque uno está atado a un objetivo grupal, que es pelear el torneo hasta la última fecha, la realidad marca que me siento bien con mi momento. Yo acá aprendí a escuchar. Eso lo tuve que trabajar. Por eso siempre estoy atento a lo que dice (Carlos) Bianchi”.
Manifestó cuales son sus virtudes:
“Creo que mi fuerte es que peleo todas las pelotas por igual. De la primera a la última. Tengo convicción para irme disparado hacia adelante y así terminar la jugada en ataque. Eso también me genera algo en lo que tengo que mejorar, ya que a veces el ímpetu hace que pase de largo en alguna jugada o que cometa una falta que no tengo que hacer”.
“Acá, en Boca, me enseñaron a pelear por lo que quiero. Por eso cada pelota que juego, para mí, es la última. Me motiva mucho saber que tengo que pelear por mi futuro. Y quiero más”.
Repasó su paso por el “Tomba”:
“Cuando me tuve que ir a Godoy Cruz estaba Clemente Rodríguez como lateral izquierdo y Julio César Falcioni como entrenador y la realidad era que yo no iba a tener lugar y buscaba continuidad. La tuve que pelear. Por suerte el Turco Asad confió en mí. En Mendoza logré 35 partidos en un año y eso fue clave en la etapa de maduración en la que estaba”.
“Yo siempre digo que no es un club para cualquiera. Nosotros, los de inferiores, nos vamos dando cuenta cuando aparecemos en Primera. Pero si pasás por otro lado te asombrás de la diferencia en el día a día. Es una presión constante, es cierto. Pero Boca es un lugar hermoso”.
Expresó lo que compartir campo de juego con Juan Román Riquelme:
“Vos sabés que cuando Román se tira por la izquierda, ya te va buscando con la mirada. Y después te pone la pelota justa, con ventaja y entre líneas. La verdad es una comodidad jugar con Riquelme. El es el líder adentro y afuera de la cancha. Nos ordena y nos mejora como equipo“.