El Chaco se refirió al buen presente del equipo y aseguró que todavía falta, pero cada vez más poquito. “Tenemos un partido difícil en Mendoza”, anticipó.
Tras la primera práctica de la semana, Juan Manuel Insaurralde dialogó con la prensa acerca de la actualidad del equipo de la Ribera.
En primer lugar, el Chaco prefirió ser cauteloso y, aunque falta poco, indicó que hay que salir a ganar los partidos que quedan:
“Todavía faltan cuatro fechas, cuatro finales. Trataremos de seguir así porque estamos bien. Ahora tenemos un partido difícil en Mendoza”.
Todavía con el empate ante Racing en mente, el defensor dio su punto de vista sobre el partido del pasado domingo:
“Cuando ellos se quedan con dos menos entramos en una confusión de no saber como manejar la pelota y como atacar, pero igual Boca fue superior”.
“Tuvimos situaciones pero no las supimos concretar. Los últimos quince minutos estuvimos confundidos. Nos fuimos con un sabor amargo porque nos falto el último toque”.
Refiriéndose a Teófilo Gutiérrez manifestó que en la cancha no hubo ninguna pica personal entre el colombiano y los defensores xeneizes:
“No fue duro el partido con Teo. Fue tranquilo. Nosotros no lo tomamos personal, aunque era un partido fundamental, pero para nosotros era un delantero más”.
“No había una pica previa: lo marcamos como hacemos siempre”.
Y sobre su nivel, que levantó mucho con respecto al del semestre pasado, le acreditó el mérito a su compañero de saga, Rolando Schiavi, como el máximo responsable de esta solidez defensiva:
“La llegada de Schiavi nos vino muy bien, pero creo que pasa todo por un tema de confianza”.