El Pocho trató de no polemizar pero fue claro en relación a los pocos minutos que tuvo este campeonato. “El técnico tiene otras prioridades y hay que bancársela”, tiró.

Si hubo un jugador que sufrió la salida de Alfio Basile, ése fue Federico Insúa. El Pocho era tenido en cuenta incondicionalmente y cuando llego Abel Alves, con otra idea para formar el mediocampo, perdió lugar y no jugó ni siquiera 200 minutos en el Clausura.

Hoy, en declaraciones a Fox Sports Radio Del Plata, fue muy claro respecto a su situación personal:

Yo obviamente que quiero jugar. Me siento bien y estoy entrenando como siempre y con las mismas ganas. Yo apoyo desde donde me toca, pero me encantaría jugar. Si me pongo a pensar en mi trayectoria, la linda carrera que tengo y lo bien que me fue en todos los lugares que estuve. No tuve la posibilidad de jugar este torneo, es muy difícil rendir cuando apenas jugás unos minutos. El nivel en Boca es muy parejo y yo tengo un muy buen nivel. No me imaginaba vivir este momento cuando volví a Boca. Esperaba algo más normal.

Además, Insúa es consciente de que todo cambió con el cambio de entrenador:

Con Basile era otra mi situación, obvio. Me hacía sentir distinto. Por eso puedo coincidir con Alves en un montón de cosas. Siento que tengo que estar jugando, pero debo ser respetuoso de mis compañeros.
Con todos los entrenadores estuve desde el lado de adentro. Hoy Alves elije a otros jugadores, tiene otras prioridades y uno tiene que ser respetuoso. Más allá de que yo crea que tengo que estar jugando. Cuando se fue Basile el Chueco armó otro sistema. Con más marca en el medio y por eso no me tocó estar adentro. Es lo que me toca y me la tengo que bancar. Alves tiene su gusto futbolístico y yo no puedo obligar a nadie a que me ponga. Yo trato de ganarme mi lugar y está a la vista de que no soy de su gusto futbolístico. Por eso no tengo por que obligarlo a que me ponga de titular. Jamás me voy a enojar con el técnico porque no soy de su gusto futbolístico. Yo puedo coincidir o no con el entrenador. El tiene otras prioridades y hay que bancársela.

Finalmente, se refirió a la situación del equipo en general:

Es un momento difícil del equipo. Por ahí perdemos partidos que no esperamos, por ejemplo después de ganar el clásico llegó la derrota con Chacarita. Yo pensaba que las cosas iban a estar mucho mejor por la clase de jugadores que hay, pero no están saliendo como pensamos.
El vestuario de Boca no es complicado. Lo que pasa que los resultados no se dan y por eso se hablan un montón de cosas. Yo estoy todos los días y disfruto el vestuario. Hoy es una de las mejores cosas que tenemos