Planeta Boca Juniors siguió al “Flaco” en sus últimos 90 minutos con la camiseta azul y oro. Repasá el último partido del capitán Xeneize.
Salieron los jugadores de Boca a la cancha y se separaron en dos filas, formando un pasillo para recibirlo. Faltaba él. Todos lo esperaban. Rolando Schiavi se hizo presente y La Bombonera explotó. Toda la gente coreando su nombre, y sus compañeros aplaudiéndolo. Así empezó la fiesta del “Flaco”. “Esta es la última, estoy muy emocionado, esto se termina. Me emocioné mucho”, dijo antes de que arranquen sus últimos 90 minutos con la camiseta azul y oro.
Era su último partido, pero lo jugó con la actitud de siempre. Como uno más. Fue el líder de una defensa que tuvo varios inconvenientes para marcar a Cooper y Óbolo en la primera parte, pero que luego se fue ordenando con el correr de los minutos.
Sufrió cuando Boca recibió ese golpe duro que fue el gol de Godoy Cruz. Y fue parte del empuje del equipo local para empatar y luego ganar el encuentro. Festejó el gol de Blandi como suyo y ahí entendió que se terminaba la historia. Su historia. Su larga y exitosa historia en el Xeneize y en el fútbol.
La número 2, dorada en esta ocasión, lució por última vez junto a Schiavi. Terminó el partido y todos fueron a abrazarlo. Se despedía uno de los últimos grandes ídolos.
“Son cosas que no se vuelven a repetir. Este saludo vale muchísimo”, dijo el “Flaco” sobre los cantos de la hinchada, que coreó su nombre toda la tarde. Recibió el saludo de Palermo y de Falcioni. Se despidió del fútbol pero no del corazón del hincha. Gracias, Flaco.