En el final del primer tiempo, con el resultado en cero, fanáticos Xeneizes corearon el nombre de su ídolo. También hubo banderas dedicadas al enganche. Germán Delfino pitó el final del primer tiempo y se alzaron las voces. Luego de 45 minutos de un Boca deslucido, eran de esperarse. Pero, más allá del resultado, se preveían. Es que la herida es reciente. Hace muy poco perdieron gran parte de su alma futbolística. Riquelme ya no está. Y lo sienten. Y lo expresan. Lo expresaron. Al terminar la primera parte, los fanáticos Xeneizes, los fanáticos de Román, corearon su nombre. El “Riqueeeelme, Riqueeeelme” se escuchó en toda La Bombonera. Pero ya estaba presente. Desde antes del comienzo del partido, banderas con frases de todo tipo decoraron el Alberto J. Armando. Los hinchas esperaban el debut como local para manifestarse. Y lo hicieron. El futuro del enganche aún no está definido. En los papeles (no firmados aún), se sabe que hay una licencia sin goce de sueldo. ¿Cuál será el final? No se sabe. Pero en Brandsen 805 a Riquelme lo están esperando. Lo siguen esperando. Y lo seguirán esperando.
