Daniel Santiago, el pivot ex NBA que actualmente está en Boca, habló sobre su adaptación a la Liga Nacional de Básquet, del equipo, Marcos Delía y el entrenador, Néstor García.
Daniel Santiago tiene 2.17 y más de 10 años de carrera internacional, que incluyen Phoenix Suns y Milwaukee Bucks en NBA y el Barcelona en España. Esta temporada llegó a Boca como una de las grandes esperanzas del equipo, y la mayor atracción de la Liga. Anoche, en dialogo con Triple Xeneize (lunes a las 22 por Mundo Sur FM) El experimentado pivot habló sobre cómo es su adaptación al estilo de juego local. Esta liga es muy parecida al juego de Europa, pero mucho más físico”, dijo, “En Europa es un juego más técnico, pero no tan físico. Aquí es una combinación interesante, porque hay de los dos. Hay jugadores que son muy buenos técnicamente y también otros que son muy físicos”. También dijo que “hay un poquito de frustación” porque al equipo no le salen las cosas como esperaban. Sin embargo aclaró que se mantiene positivo.
– Vimos que no te llega mucho la pelota al poste bajo. ¿Eso es por una virtud de la defensa rival o hay una desorganización del juego de Boca?
– A veces es muy difícil para los jugadores del perímetro pasar la bola a la pintura, porque no hay muchos hombres grandes. Hoy en día muchos equipos y muchos entrenadores buscan el tiro de tres. Siempre juegan con los pequeños porque hay muchos. Jugar con un hombre grande es otro estilo. Es un proceso de aprender como, cuando y donde pasar la pelota. Hay que practicar todos los días. Los jugadores tienen que entender que yo no estoy ahí para comerme la bola… También estoy buscando a mis compañeros porque les tengo mucha confianza.
– ¿Puntualmente que te está pidiendo Néstor García como función dentro de la cancha?
– Ser un líder. Como tengo mucha experiencia, ayudar a los jóvenes. A veces resulta difícil porque hay varios que nunca han jugado con un jugador grande como yo y tienen que cambiar su estilo de juego. Creo que estamos en ese proceso. Ellos tienen que confiar en mí, yo confío siempre en todos mis compañeros. A veces no piensan que voy a hacer un pase desde el poste bajo hacía afuera y no están listos… es una cuestión de tiempo y de hablar con el entrenador, con los jugadores.
– En defensa se te está viendo con algunos inconvenientes, sobre todo con el tema de las faltas personales. ¿Cómo te estás sintiendo vos defensivamente?
– Es muy difícil porque cuando entras en una liga nueva, hay que aprender como pitan los árbitros, como son los jugadores, de que manera buscan el choque. Tengo que leer bien y evitar esos momentos cuando viene el contacto. Aprender cuando usar mi cuerpo y cuando no. Es un tema de ver como juegan aquí, en una liga nueva para mí.
– ¿Sentís que por tu trayectoria, te tienen un poco apuntado, tanto los rivales como los árbitros?
– Si, eso me ha pasado durante casi toda mi carrera. No están acostumbrados a tener un hombre de mi tamaño y a veces eso se lo hace muy difícil al arbitraje. Los rivales saben que soy una gran parte de mi equipo y quieren hacer todo lo que puedan para sacarme del juego. Esas cosas pasan… yo estoy intentando comunicarme bien con los árbitros, para que estemos de acuerdo que no estoy ahí para hacerle daño a nadie. Solo estoy para jugar un buen juego, en una liga muy buena y respetada. Poco a poco creo que esto va a mejorar.
– Sobre Marcos Delía. ¿Hablás con él, lo aconsejás? ¿Cómo lo encontraste?
– Obviamente, es un muy buen chico. En la cancha siempre estamos hablando de cosas pequeñas que él puede hacer. Incluso cuando hago algo mal, le puedo decir: “mira, así no es”. Creo que para un jugador grande, lo mejor es aprender de otro jugador grande. A veces un entrenador o alguien chiquito, le dice “hay que bajar en defensa”. Para ellos es muy fácil porque ya están bajito. Yo puedo enseñarle estas cosas, por mi experiencia y por los grandes jugadores que he tenido en contra. Creo que puedo ayudarlo en ese sentido. Él está escuchando, preguntando. No es fácil ser un hombre grande. Se desarrollan un poco más tarde que los demás, por un tema de coordinación, como usar tu cuerpo en la pintura. Es un proceso, pero es un chico con mucha hambre por aprender. Si sigue trabajando duro como lo está haciendo, creo que va a tener una carrera muy exitosa.
Así mismo, hizo referencia al ambiente que se vive en La Bomboneria. El boricua lo dijo “los fanáticos son muy buenos“y los definió como “una familia”, donde todo el mundo esta muy cerca, quiere hablarle y lo apoya pierdan o ganen. “Eso es muy bueno, me gusta. La gente aquí es muy amable”, concluyó.