El exBoca recordó el pase que le dio a Riquelme previo a la histórica jugada. Todas sus declaraciones.
Un 24 de mayo del año 2000, Boca iba a escribir un nuevo capítulo de su historia tras haber goleado 3-0 a River en La Bombonera por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Y en aquella recordada serie ante el clásico rival, se produjo una de las jugadas más emblemáticas.
Hasta el día de hoy, todos los hinchas tienen grabada esa imagen. Luego del 2-0 anotado por Juan Román Riquelme, el “10” iba a ser el protagonista de un momento histórico.
El ex Villarreal recibíó una pelota enviada por Julio Marchant sobre la derecha en la mitad de la cancha y ante las múltiples marcas, fabricó un caño a Mario Yepes, para que toda la hinchada delire y se escuche al unísono un enorme “Oleeee…”.
A 20 años de aquel episodio, Marchant tuvo un mano a mano con Diario Olé y recordó aquellos tiempos gloriosos en el club de la Ribera. El volante, que obtuvo cuatro títulos con Boca, fue quien envió el pase a Román y sobre esa jugada en particular, definió:
“Todos me recuerdan que fui yo el que le di el pase. Y que tengo que hacer la del Negro Enrique, que dice que se la dio a Diego para que meta el gol con los ingleses, ja. ‘Tenés que sumarte un poroto’, me cargan. Pero bueno, creo que tengo un porcentaje de responsabilidad, ¿o no?”.
Continuando con sus elogios para el actual vicepresidente segundo, agregó:
“A Riquelme estaba acostumbrado a disfrutarlo en las prácticas, pero más aún lo disfrutaba en los partidos. Lo veías jugar y pensabas: “¡Puta madre, lo hizo!. Recuerdo que en esa jugada Yepes fue el que más intentó quitársela, pero tenía dos o tres jugadores más que lo encerraban. Parecía que se complicaba y salió con esa”.
También resaltó la importancia de aquel enfrentamiento ante el clásico de toda la vida, y enfatizó:
“Fue todo muy especial, estaba en un momento total de confianza. Además, se dio todo. Cuartos de la Copa, el rival, la obligación de dar vuelta el resultado, el gol de Martín después de todo lo que había pasado con la lesión. Y después, bueno, el caño de Román que quedó para la historia”.
Sobre el final, tuvo palabras para otro gran momento de ese partido como el ‘Muletazo’ de Martín Palermo:
“El gol de Palermo fue emblemático. Y yo estaba ahí, al costado de él. Veía que se había puesto de espaldas al arco y estaba desesperado porque me la diera a mí. Pensé: ‘Hasta que se da vuelta, mi abuela baja de la platea y se la saca’. Martín generaba respeto, la puso donde la tenía que poner. A colocar, cualquier otro intenta asegurarla”.