El volante se mostró ilusionado con su regreso, aunque aún tiene contrato con Inter: “Estaría dispuesto a una conversación y, si hay intención de las dos partes, es posible”.
Todavía dolido por la sorpresiva derrota en la semifinal del Mundial de Clubes, Pablo Guiñazú dialogó con Radio La Red acerca de su situación contractual en la institución de Porto Alegre:
“Es muy importante el contrato por la edad que tengo y porque uno tiene una familia. Hoy estoy muy agradecido al fútbol, a la vida y al Inter”.
Igualmente, de ninguna manera descartó un posible desembarco en el conjunto Xeneize:
“Tendría que estar loco para decirle que no a Boca, nunca cerraría la puerta. Estaría dispuesto a una conversación, y si hay intención de las dos partes, es posible”.
Además, agregó que no sería impedimento lo económico ya que primarían sus ganas de volver al país:
“Si uno tuviese la chance de salir y de volver a jugar en la Argentina sería una gran alegría, siempre habrá lugar a la conversación, depende de los jugadores resignar lo económico para ser feliz”.
No será fácil traerlo de Brasil, pero por lo menos ya hubo un guiño de Guiña.