El santafesino marcó muchos errores que hacen con los jugadores:
“Si suben jóvenes a Primera División podrán crecer en lo futbolístico, pero el chico no vive en una cancha de futbol sino que también tiene que desenvolverse en una sociedad”.
“Requiere inmiscuirse en ella, por lo que no podrá depender sólo del futbol, sino de aprender mentalmente, desarrollar cualidades y aptitudes que le ayuden a su comportamiento fuera del deporte, a llevar una dieta sana, una vida disciplinada, pero siempre con sus propias decisiones y ponerlo a los 17 años a jugar como profesional; es muy complicado para su futuro”.
Además afirma que hay que ayudar a los formadores:
“Lo importante, sobre todo, es darle herramientas a los que desarrollan el crecimiento de los chicos, es decir, los docentes, los que educan”.
Agregó que es indispensable evitar la sobre exigencia:
“El futbolista a esa edad necesita muchas cosas. Por encima de todo, orden, y que entienda la competencia en sí, no excederse en la exigencia, sino sencillamente ayudarlo a crecer”.
Por otra parte, aclara que no hay que olvidarse del desarrollo como ser humano:
“Es tan importante la captación de los chicos, como lo es el desarrollo que se tendrá con ellos, independientemente de si son campeones o no, hablamos de la persona, no del futbolista y viene la etapa importante para todos ellos”.
