El “Puma”, en su partida hacia el fútbol chino, admitió que espera una revancha en Boca y lamentó alejarse de la unión del grupo: “Tenía muchas ganas de quedarme”.
En Ezeiza, antes de partir hacia China para sumarse al Chonggin Lifan, Emmanuel Gigliotti dialogó con los medios presentes y se despidió del Mundo Boca, al menos momentáneamente. El delantero, a pesar de sus renovadas esperanzas en este nuevo camino que toca, se va con sabor amargo y ganas de tener revancha en el Xeneize.
El “Puma”, quien se marcha en condición de préstamo por seis meses a U$S 750.000 con opción de compra de U$S 4.500.000, explicó que su partida tuvo que ver por una cuestión futbolística, tras sentirse algo relegado en el plantel del “Vasco” Arruabarrena:
“Me voy contento. Es una experiencia nueva, sé que me sirve para sumar fútbol rápido, por ahí no iba a tener tanto ritmo en el club… Y nada, ya está”.
Y consultado por cuánto costó tomar la decisión agregó:
“En lo futbolístico la decisión estaba tomada. No me cerraban las cosas dentro del contrato. Fue muy rápido y me voy para tomar ritmo y volver“.
Además, lamentando la salida por el grupo humano formado en el plantel, dejó en claro sus ganas de tener un buen nivel y demostrar para la futura posibilidad de una revancha:
“Tenía muchas ganas de quedarme en el club, me voy contento pero es una situación rara. Quizás se dio todo muy rápido. La sensación encontrada es que habíamos formado un grupo muy bueno, la verdad disfrutaba el día a día en el club”.
“Voy para sumar y después me tocará regresar. Voy a tratar de hacer las cosas bien y de la mejor manera para volver. De entrada irme no era lo que quería, pero se terminó dando al final”.