El excapitán de Boca contó cómo atravesó las últimas lesiones y puntualizó sobre su retorno a las canchas. Todas sus declaraciones.
Formado desde las divisiones inferiores del club, Fernando Gago dio sus primeros pasos como profesional en Boca y pudo dar nueve vueltas olímpicas en el club de sus amores, si se tienen en cuenta las dos etapas (2004-2006/2013-2018).
Luego de su paso por grandes clubes de Europa, “Pintita” retornó al Xeneize y algunos periodos de su segundo ciclo se han visto limitados por las lesiones. Tras rescindir su contrato con el club de la Ribera, llegó a Vélez Sarsfield y a principios de este año, volvió a sufrir una lesión en su rodilla derecha.
Esta es la quinta lesión que lo margina de las canchas por una gran cantidad de tiempo y pese a todo lo vivido, el mediocampista no baja los brazos y ya sueña con su retorno al campo de juego.
Hace algunos días se lo vio al ex Roma y Real Madrid realizando algunos trabajos con pelota en la Villa Olímpica y uno de sus grandes planes es pisar el verde césped una vez más. Así lo demostró en una entrevista con “Enganche” y además brindó algunos detalles de su recuperación:
“Pasé por muchas situaciones y en cada recuperación me fui agarrando de cosas y de motivaciones distintas. En esta última, vivo con la sensación de querer estar adentro de una cancha. Me venía sintiendo bien hasta que me pasó. He pasado situaciones muy difíciles y esto fue un broche para volver para atrás y repensar todo. Miré a los momentos malos y a los buenos y decidí tomarme todo más tranquilo. Mi familia me ayudó, porque me fui recuperando entrenando con mi señora o con mis hijos, y eso no lo había hecho hasta ahora”.
También resaltó la importancia de sus seres queridos en cada una de sus rehabilitaciones y contó:
“En los procesos de las lesiones tengo amigos que han venido a entrenar solamente para alcanzarme la pelota. Pibes que no patearon una pelota en su vida y que con tal de darme una mano se hacían los que entrenaban como un jugador de fútbol. Sabés cómo ayuda que un amigo se entregue así por vos en el peor momento. Te hacen fácil el día a día en las primeras semanas, que es cuando vos tenés que hacer lo mismo todos los santos días, de la misma manera y sin nada de más”.
Recordando la última lesión con la camiseta azul y oro, manifestó que estuvo cerca de colgar los botines:
“Yo cuando me fui de Boca había tomado la decisión de no jugar más a la pelota. Me fui de vacaciones dos meses en plena recuperación y fue raro. Estuve un mes y medio afuera y una charla con mi hijo me cambió. Él me pidió que volviera y fue el detonante, no volví solo porque me lo pidió. También me di cuenta de que esa palabra fue el empujón que necesitaba“.
Por último, finalizó:
“Me enseñó a entender que tenía que demostrarme a mí y a mis hijos que era posible. Yo tengo la ambición de seguir jugando al fútbol hasta que no tenga más ganas. Seguir insistiendo y haciendo lo que me gusta es la meta. Tengo la obligación de ser fiel a esa sensación, estoy dejándoles un testimonio a mis hijos. Es una muestra para ellos y para mí. Se puede enfrentar una situación adversa y salir bien. Hoy tengo el orgullo de poder volver a jugar a la pelota, que es lo que más disfruto en el mundo, de poder darle un pase a un compañero”.