Luego de la goleada 5 a 0 ante River, el plantel retornó a los entrenamientos. Calleri y Monzón trabajaron diferenciado.
En los últimos días, todo salió a pedir de Boca: clasificación a la Copa Libertadores y dos victorias superclásicas, una de ellas con baile. Los triunfos trajeron la tranquilidad necesaria para afrontar la recta final de la pretemporada de la mejor manera.
Tras gozar de un merecido domingo libre, los jugadores se reencontraron esta tarde en Casa Amarilla. Después de una entrada en calor con pelota, Rodolfo Arruabarrena dispuso de un trabajo táctico de defensa-ataque para pulir ciertos movimientos de cara a la temporada oficial.
Jonathan Calleri y Luciano Fabián Monzón, ambos con traumatismos en los tobillos, se movieron aparte, mientras que Alexis Rolín continúa recuperándose del desgarro. Mañana, desde las 9, tendrá lugar la segunda práctica de la semana en el complejo Pedro Pompilio.