En Sarandí, Boca igualó por 2-2 ante Arsenal y sumó su sexto partido consecutivo sin derrotas. Lucas Viatri y Pablo Mouche anotaron los tantos del Xeneize.

El comienzo del encuentro las imprecisiones fueron una constante. Ambos equipos se prestaban la pelota y ninguno se imponía como dominante.

La primera acción de riesgo la tuvo Martín Palermo. El goleador histórico de Boca sacó un fortísimo zurdazo, que salió al lado del palo izquierdo de Cristian Campestrini.

Diez minutos más tarde, el Xeneize tuvo su segunda y última acción de riesgo de este período. Tras un buen centro de Colazo, Chávez conectó débilmente de cabeza y le facilitó la tarea al arquero local.

A  partir de allí, todo fue de Arsenal. Sin mostrar un buen manejo de la pelota, los del Viaducto fueron arrinconando poco a poco a su rival. Los centros cruzados fueron una pesadilla para los dirigidos de Julio César Falcioni, que brindaron numerosas facilidades por las bandas.

A los 23 minutos, Ortiz envió el centro desde la derecha, Mauro Óbolo le ganó a Matías Caruzzo y  a José María Calvo y dejó sin nada que hacer a Cristian Lucchetti. Ni siquiera el gol despertó a Boca, que siguió sufriendo hasta el pitazo de Sergio Pezzotta.

Tras un cambio de frente, Adrián González le ganó la espalda a Fabián Monzón y quedó cara a cara con  Lucchetti, que respondió de buena forma y envió la pelota al córner.

Y así se fue el primer tiempo. El conjunto Xeneize no pudo dar dos pases seguidos y extrañó horrores a Juan Román Riquelme, encargado de la creación de juego. Falcioni se fue caliente al vestuario, teniendo la esperanza de mejorar notablemente el desempeño de cara al complemento.

De cara al complemento, el entrenador dispuso la entrada de Lucas Viatri en lugar de Nicolás Colazo, con el objetivo de tener mayor presencia en el área rival. Cambió el esquema, pasando del  4-4-2 al 4-3-3.

Rápidamente el cambio dio sus frutos. A los 8, Mouche lanzó un buen centro desde la izquierda y el recientemente ingresado aprovechó una mala salida de Campestrini para igualar el marcador.

Tres minutos más tarde, el árbitro le anuló un gol a Juan Manuel Insaurralde porque, supuestamente, la pelota que había sido lanzada desde el córner se había ido de los límites del campo de juego.

Justo en el mejor momento del visitante, Arsenal volvió a vulnerar al Xeneize. Tras otro centro cruzado, Lucchetti salió mal y Lisandro López lo aprovechó para anotar, de cabeza, el 2-1.

El elenco de Falcioni sintió el impacto y por eso decidió realizar una nueva modificación: Diego Rivero ingresó por Walter Erviti, que nuevamente no mostró todo el potencial futbolístico que tiene.

A los 28, Chávez sacó un excelente remate de media distancia, pero encontró una mejor respuesta de Campestrini, que voló de forma espectacular contra su palo derecho y le ahogó el grito de gol a “Pochi”.

Cuando quedaban diez minutos, Leandro Somoza puso un pase quirúrgico y habilitó a Mouche, que definió de buena forma al palo izquierdo del arquero. De esa forma, Boca igualó el marcador y sembró incertidumbre de cara al cierre.

El partido se hizo de ida y vuelta, el medio fue una zona de tránsito nada más. Los remates de los de Sarandí se encontraron con la figura de Lucchetti, mientras que el uno local se quedó con un muy buen cabezazo de Palermo.

Pezzotta pitó el final y el empate no terminó de conformar a ninguno. Boca perdió la chance de quedar a dos puntos de ingresar a la Copa Sudamericana, mientras que Arsenal no logró alejarse demasiado de la zona de promoción.

El conjunto azul y oro mejoró la imagen que había mostrado en el primer tiempo pero no bastó para hacerse con la victoria en un recinto siempre complicado. El Xeneize pagó caro la pasividad de los primeros 45 minutos, así como también cada uno de los horrores defensivos. Falcioni ya tiene tarea para el inicio de semana, pensando en el próximo compromiso ante Newell’s.