Agustín Sandez debutó en la Primera de Boca el 21 de abril del 2021, contra The Strongest, en Bolivia. El lateral izquierdo ingresó a los 85 minutos del encuentro para defender la diferencia que el equipo había sacado en La Paz. Y su estreno fue ni más ni menos que en Copa Libertadores con triunfo 1-0.
Luego, ante la ausencia de Frank Fabra, le tocó ser titular en las serie de octavos de final de Copa Libertadores contra Atlético Mineiro. Agustín tuvo enfrente a rivales de jerarquía enorme como Hulk, Nacho Fernández, Eduardo Vargas. Y estuvo más que a la altura en una serie donde no pasó sobresaltos y mostró gran firmeza. Semanas después, fue el lateral izquierdo en la eliminación a River en los octavos de final de Copa Argentina.
En los primeros partidos de la era Battaglia mostró su libreto completo: un lateral con marca, pero también con una enorme proyección y una zurda letal a la hora tirar centros. Su relación futbolística con Luis Vázquez, que ya venía de Reserva, mostró ser una garantía. Sin embargo, a Sandez le tocó perder su lugar con Frank Fabra y no volvió sumar minutos.
Pero el 2021 tenía una ficha más para él. En la final de la Copa Argentina, le tocó ingresar a los 35 minutos del segundo tiempo e iba a ser gran protagonista en la tanda de penales, donde pateó el cuarto tiro de la definición y lo gritó como nadie ante la gente de Boca.
Luego de la consagración, Agustín Sandez habló con el canal de Boca y, emocionado entre lagrimas, destacó lo que sintió al meter el gol en la tanda de penales:
“Sentía nervios, se me pasaba todo el esfuerzo que hice durante la infancia. Sabía que este era el sueño de mi vida y no lo podía fallar. El penal sentí que lo pateó mi familia: mi novia, mi papá, mi mamá y mi hermana. El grito fue para ellos, son los únicos que están en las malas. Su apoyo es muy importante para no bajonearme en los momentos difíciles. El gol fue para ellos”.