De manera totalmente infantil, Clemente se hizo expulsar y dejó al equipo con diez en un momento clave. El lateral ya tenía varios antecedentes similares…
En esta oportunidad no me detendré a analizar el rendimiento de Clemente Rodríguez, sino su actitud. En un partido totalmente cerrado, de esos que se definen en detalles, se le volvió a salir la cadena. A los 12 minutos del complemento, luego de haber cometido una infracción en mitad de cancha que le valió la amarilla, empujó al árbitro Germán Delfino y se ganó la roja.
El defensor ya había sido expulsado en situaciones similares. Por la fecha 12 del Torneo Clausura 2012, ante Colón, fue amonestado por demorar en un tiro libre y, pocos segundos después, por exceso verbal, debió irse expulsado.
En el mismo certamen, ante Lanús, protestó desairadamente una acción a Sergio Pezzota, quien le sacó amarilla. No conforme con ello, el lateral continuó gesticulando y tuvo que marcharse a las duchas. En el Torneo Apertura 2010, también ante el elenco granate, pecheó a Saúl Laverni luego de la sanción de un penal y vio la roja.
En estas cuatro ocasiones, dejó al equipo con un hombre de menos, pero fueron muchas más las veces que “patoteó” a árbitros y jueces de línea. “Me pasa bastante seguido. Uno ya es grande, pero en el medio del partido estaba caliente”, declaró el futbolista luego del encuentro ante Newell’s.
A los 31 años, con 276 partidos oficiales en Boca, experiencia en Europa y un Mundial con la Selección, esto no puede seguir pasando. De nada sirve arrepentirse si luego se vuelve a cometer el mismo error.
¿Qué pensarán sus compañeros, que tuvieron que doblegar esfuerzos para cubrir el hueco que había dejado él? ¿Qué opinarán los hinchas, que darían todo por estar en su lugar defendiendo la camiseta azul y oro? Es una falta de respeto para todos.
Las ocho expulsiones de Clemente en Boca:
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