El Pato cerró su segundo ciclo en Boca luego de acordar una transferencia súbita al Internacional de Porto Alegre, club al que llegará cerca de las 15 hs. El convenio laboral se concretó en 500.000 dólares, de los cuales el Xeneize percibirá U$S 200.000.

Luego de quedar fuera de los titulares frente Atlético Tucumán, Roberto Abbondanzieri aceptó la propuesta del equipo brasileño, donde cobrará casi el doble de lo que ganaba en Boca. Al llegar, llevará a cabo los exámenes médicos, firmará su contrato y  dará su primera conferencia de prensa como nueva incorporación del “Colorado”.

“Cuando me enteré de que estaba pasando una situación anormal con los jugadores de Boca, como es el ca so del Pato, que no estaba en los planes del club, les pedí a los dirigentes del Inter que hicieran el esfuerzo para traerlo. Necesitábamos un arquero de jerarquía y tiene todas las condiciones intactas“, expresó su nuevo entrenador, Jorge Fossati, quien además apuró su llegada para poder incluirlo en la lista de la Copa Libertadores.

“Llegamos a un acuerdo y la verdad es que estoy tranquilo. Lamentablemente no se me dieron los objetivos que pensé hace un tiempo, me voy dolido por eso. Di todo, di lo mejor, no sé si gustó o no. Volví a disfrutar de un año en Boca, del vestuario, de volver a estar en la Bombonera. En ese sentido me voy contento”. Así manifestó sus sensaciones el guardameta santafesino, que con la camiseta azul y oro fue hacedor de catorce estrellas y se ganó un lugar entre los mejores de la historia Xeneize.

“Cuando se hace un cambio, especialmente en mi puesto que es tan duro, hay que bancar al que está en su momento. También pienso que no iba a tener muchas posibilidades. Hay que bancar al arquero que está. Hubo que tomar una decisión y a mí se me armó un lío familiar, pero bueno, siempre hay solución. Esperemos que no siga el problema en el arco ahora que me voy yo“, agregó.

El “Pato” Abbondanzieri, que de ahora en adelante acompañará a los argentinos Andrés D’Alessandro y Pablo Guiñazú, se mostró confiado de su capacidad ante su nuevo desafío en el fútbol brasileño:

“Me siento útil todavía a los 37 años para dar un poco más, para jugar, para estar contento dentro de una cancha y no sufrir cuando llegan los domingos y no tener esa posibilidad. La verdad que no haber salido a la cancha para jugar el partido del otro día es como que volví al año 98. Entonces es como que yo también pasé momentos lindos, pero también he estado en el banco y me la aguanto, no tengo problema pero desde ese momento me parece que ya estaba terminado todo”.

Quien siendo jugador del Getafe logró el Trofeo Zamora por la temporada 2006-2007, detalló el motivo de su éxodo silencioso:

“Primero que no me gusta y si vamos al 2006 cuando hice la conferencia de prensa, ya había dicho que no me gustan las despedidas. Por eso también no quise decir nada el domingo, cuando ya estaba casi todo listo. Entonces, si me hubiese gustado eso, me hubieran entregado una plaqueta o lo que sea, pero la verdad que no me gusta. Me voy así, tranquilo, con todos los que estuvieron siempre acá en Boca y con eso es suficiente, ya no queda otra cosa”.

Asimismo, comparó su situación con la que vivió otro ídolo desahuciado, el “Mellizo”, actual jugador del Columbus Crew:

“Si Boca tiene como ídolo a Guillermo Barros Schelotto y se fue de esa forma, qué se puede decir de mí. Se puede dar con cualquiera, porque uno está cómodo en un lugar y ganó cosas, pero en algún momento se termina”.

Un desenlace impensado y menos merecido para un miembro de honor en la camada gloriosa de Boca, en el que los ruidos de escobazos intentan opacar el prestigio conseguido.