Marco espectacular en La Bombonera. La salida del equipo a la cancha fue digna de las grandes noches coperas del Xeneize: fuegos artificiales y la gente cantando, ilusionada.
El encuentro arrancó con Boca con la tenencia de la pelota y dominio del juego. Aunque le costaba concretar: Ribair no llegó a conectar un centro de Riquelme y se salvó el visitante.
El conjunto azul y oro lastimaba por izquierda: las combinaciones entre Clemente y Martínez llegaban a buen puerto. Pero siempre faltaba la definición.
Hasta que llegó lo inesperado. A los 19 minutos, en un corner, Andrés Scotti se escapó de “Chiqui” Pérez, ganó de arriba y marcó de cabeza. Otra vez el Xeneize sufría en las pelotas paradas.
Con el golpe recibido, y como pudo, el local respondió. Un cabezazo de Burdisso pudo significar el empate, pero Jorge Bava lo evitó con una gran atajada. En la segunda jugada, Ribair Rodríguez remató frente al arco pero la pelota rebotó en un defensor rival.
Minutos más tarde, Martínez eludió a varios contrincantes y culminó una buena jugada personal con un fuerte remate, también desviado por el arquero.
Y a Clemente le quedó la pelota atrás la pelota un minutos después, cuando estaba mano a mano con Bava. Así, sin el último toque, se le fue la primera parte a Boca.
El complemento siguió con la misma tónica: los de Bianchi atacaban y Nacional se defendía, esperando por un contragolpe. A los 6 minutos lo tuvo Pérez de cabeza: la pelota se fue apenas arriba del travesaño.
Con el correr de los minutos, el ritmo de juego perdió intensidad. Al local empezó a costarle más la creación. El rival estaba bien plantado en defensa.
Y Bava se alzaba como el héroe de la noche: si bien estaba en offside, le atajó un cabezazo a Pérez, increíblemente.
Bianchi entendió que algo debía cambiar: mandó a Lautaro Acosta a la cancha en lugar de Sosa, de floja actuación.
Por quejarse, Lembo vio la segunda amarilla (la primera fue por una dura falta a Viatri) y se fue expulsado. Pero el Xeneize sufrió la baja del “Chiqui”, que se lesionó. En su reemplazo entró Nicolás Blandi: en cancha había cuatro delanteros, aunque Acosta jugó más retrasado, de volante. Ribair pasó a la defensa y Erbes quedó como único volante central.
Boca cambió de jugadores y esquemas pero no pudo cambiar el resultado. La última la tuvo Erbes, pero su remate, que rebotó en un defensor, se fue por arriba. Así, el equipo de la Ribera cayó como local y se complica mucho en el Grupo 1: está tercero, con tres puntos, a cuatro de Nacional. El próximo compromiso será ante los uruguayos, en condición de visitante. Deberá mejorar y salir a buscar una victoria que lo mantenga con vida.