Un día como hoy, aunque unos años atrás, Boca se daba el gusto de festejar ante River. Pasá a ver los triunfos ante los de Núñez, cada uno con sus condimentos.

En 1991 fue la noche de Carlos Tapia, que convirtió un doblete para dejar la Copa de Oro de Mar del Plata en manos del elenco Xeneize, que por entonces dirigía el “Maestro” Tabárez.

Ambos goles fueron bastante similares. En el primero, Batistuta tiró un centro desde la derecha y el “Chino” la mandó a guardar; en el otro, Latorre fue quien descargó para atrás y Tapia le entró como venía para sellar el 2-1. El detalle: Higuaín había descontado para River.

Tres años más tarde, ya con César Luis Menotti como entrenador de Boca, se repetiría el resultado. Mancuso abrió el marcador, el “Beto” Márcico se encargó de ampliar las diferencias con un golazo, mientras que Villalba hizo que el resultado final sea favorable a Boca, pero por la mínima.

Más fresco en la memoria de todos los Xeneizes está el clásico veraniego del 4-0 y abandono. Aquella noche, Carreño convirtió dos tantos, mientras que el “Pelado” Pérez y el “Chelo” Delgado se encargaron de completar la goleada. Para darle un toque más de glamour a la jornada, “Willy” Caballero le atajó un penal al uruguayo Fonseca.

Cuando transcurrían 15 minutos del complemento se dio por finalizado el partido por ciertos incidentes en las tribunas, aunque deberían haberlo suspendido por baile…

El último, en 2008, tuvo a dos ídolos del club como protagonistas: Battaglia y Palermo. El mediocampista anotó el primero con un derechazo a quemarropa, mientras que el goleador histórico hizo lo propio de cabeza, tomándose del travesaño para ayudarse.

El gol del “Titán” debió anularse, pero Baldassi no lo notó y, como no podía ser de otra manera, Boca otra vez festejó:

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Hoy, igual que ayer, como siempre. La paternidad no se toma vacaciones.

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