Boca Juniors superó por 3-0 a San Lorenzo y se adjudicó el certamen veraniego. Rivero, Colazo y Mouche fueron los autores de los goles.
En el arranque del encuentro reinaron las imprecisiones de ambos lados y el partido no se armaba. A río revuelto, ganancia de los de Boedo, que tuvieron la primera chance clara del partido. Menseguez mandó un centro desde la derecha, Velázquez conectó de cabeza a espaldas de Insaurralde, pero Lucchetti respondió seguro y se hizo con la pelota.
Paradójicamente, una jugada a favor de San Lorenzo fue clave para que Boca se despierte. A la salida de un córner rival, Rivero agarró la pelota y realizó una corrida fenomenal, que derivó en Mouche tras un despeje. El delantero Xeneize desbordó a Placente y buscó nuevamente al “Burrito”, que solamente tuvo que empujarla a la red.
A partir de ese entonces, todo fue para los de Falcioni. Chávez probó desde media distancia, pero Migliore la envió al tiro de esquina. En la jugada inmediata, “Pochi” tuvo la chance de convertir de cabeza, pero no se le dio por muy poco.
A los 29 llegó el segundo. Chávez tocó con Viatri, que aguantó y abrió para Rivero. El ex San Lorenzo puso un excelente pase en cortada para Colazo, que la enganchó como venía de tres dedos y venció al arquero.
A falta de nueve minutos para el cierre, el nueve reemplazante de Palermo tuvo su chance tras un centro de Mouche, pero el cabezazo salió apenas desviado.
Ya en tiempo cumplido, el árbitro Pompei no sancionó un penal a favor de San Lorenzo y eso causó el malestar de Aureliano Torres. El paraguayo insultó al juez, vio la roja y sumó otro problema a Ramón Díaz.
Boca manejó el complemento a piacere, aprovechando el hombre de más que tenía en cancha. A los 6, Mouche logró ampliar el marcador. El zurdo ejecutó un gran tiro libre por encima de la barrera y dejó sin chances a Migliore, que estaba totalmente jugado al otro palo.
A medida que los jugadores Xeneizes hacían circular la pelota ante la mirada atónita de los hombres azulgranas, el “oooooole, ooooole, ooooole” se oía en el José María Minella.
Con el partido resuelto, Falcioni comenzó a hacer cambios. Palermo ingresó por Mouche, que se retiró ovacionado y Escudero hizo lo propio por un extenuado Chávez. Cerca del cierre, Calvo le dejó su lugar a Clemente.
Ya no había tiempo para más. Pompei pitó el final y, aunque no es oficial, “Pelusa” festejó el primer título de su ciclo en el Xeneize. Este verano, la Copa se tiñó de Azul y Oro.