Jugar en Boca es un sueño para cualquier futbolista y algunos tienen la suerte de poder cumplirlo. Después hay otros que llegan desde muy chicos a la institución, se forman allí y hacen todo el camino hasta ponerse la camiseta del primer equipo.
Matías Roskopf, delantero de 26 años, fue comprado por el Xeneize en 2014 en edad de inferiores y rápidamente se acomodó en su categoría. En diálogo con Bolavip, el futbolista reveló la curiosa forma en la que se enteró de su llegada al club: “Nosotros (junto a Julián Chicco), éramos jugadores de Colón y estábamos jugando el sudamericano sub 15 en Bolivia con la Selección Argentina. En medio del campeonato, vía Twitter, nos enteramos que Colón nos había vendido a Boca”.
Luego, dio más detalles de aquella transacción: “Tengo entendido que Colón debía una deuda muy grande, que incluso estaba por desaparecer en ese momento, entonces ahí hace un negocio con Boca y bueno, gracias a nuestra venta de nuestro pase y algo con Pavón que hicieron, el club puede mantenerse a flote y competir“.
Sin embargo, a pesar de llegar en una corta edad al club, nunca logró debutar en la primera división. Guillermo Barros Schelotto era el entrenador cuando había llegado a esa instancia entre Reserva y Primera, pero no lo tenían en la consideración. Por eso, se fue cedido en varias oportunidades y finalmente terminó yéndose con el pase en su poder.
¿Cómo siguió la carrera de Matías Roskopf luego de irse de Boca?
Matías Roskopf llegó a Boca con apenas 15 años de edad y jugó hasta Reserva. Luego de algunos préstamos, terminó firmando con el Montevideo City Torque en 2018. Los años siguientes los pasó en Europa vistiendo las camisetas del Rapid Bucarest de Rumania, Cluj de ese país y también el Apollon Limasol de Chipre. Luego jugó en Central Español y Colón de Uruguay y su último equipo fue el Atlante del ascenso mexicano.