La decisión de Nicolás Valentini de no renovar su contrato sacudió al Mundo Boca. El central de 22 años había tenido ciertas exigencias para la nueva firma y, si bien las habrían cumplido, finalmente no aceptará la propuesta. Por un lado, temen que se vaya libre y por otro entienden que puede ser una manera de presionar para irse en el próximo mercado de pases.
Pero el caso del defensor no es el unico que ha tenido el Xeneize en los últimos años. Desde que Juan Román Riquelme volvió al club como dirigente y se creó el Consejo de Fútbol, hubo varios conflictos con distintos jugadores por la renovación de sus contratos. Muchos de ellos terminaron yéndose libres.
Uno por uno: tuvieron problemas con su contrato en Boca y terminaron yéndose
Está claro que los futbolistas siempre pelean por lo suyo y muchas veces las negociaciones pueden complicarse. Los intereses personales pueden chocar con los del club y no siempre se puede llegar a buen puerto. Tal fue el caso de varios jugadores de Boca que decidieron no firmar en el club y terminaron yéndose libres o no de la mejor manera.
Alexis Mac Allister
El actual volante del Liverpool vino a préstamo desde el Brighton a mediados del 2019. Los ingleses le habían pagado 10 millones de dólares a Argentinos por su ficha y lo cedieron al Xeneize por un año. A fines del 2020, decidieron llevarse al Colo y pretendían abonar 500 mil dólares como resarcimiento, pero Boca pretendía un poco más y finalmente no hubo acuerdo.
Nahuel Molina
El campeón del mundo en Qatar 2022 había regresado en enero de 2020 de su préstamo en Rosario Central. Miguel Ángel Russo lo hizo entrenar con el plantel pero su contrato vencía a mitad de ese año. No hubo acuerdo por su renovación y el Consejo de Fútbol decidió que no iba a ser tenido en cuenta, por lo que terminó yéndose libre al Udinese.
Santiago Ramos Mingo
Surgió en las inferiores del club y tenía un gran potencial, por lo que Boca le ofreció su primer contrato profesional. Rechazó varias propuestas que le hizo el club y llegó al Barcelona con el pase en su poder en febrero de 2020. Actualmente juega en Defensa y Justicia.
Pol Fernández
El volante había regresado a Boca a principios de 2020 y su rendimiento fue clave para que el equipo se consagre campeón de la Superliga. Había llegado a préstamo desde Cruz Azul y el Xeneize iba a hacer uso de la opción de compra con el dinero de la venta de Iván Marcone al Elche. El jugador insistió en que había que hacer un nuevo contrato mientras que el Xeneize buscaba extender el mismo vínculo y se generó un cortocircuito. Terminó volviendo a México a fines del 2020 y regresó al Xeneize dos años después.
Junior Alonso
El central paraguayo vino préstamo desde el Lille de Francia y Boca tenía decidió pagar la opción de compra de 3.5 millones de dólares. Sin embargo, con la pandemia mediante, Alonso prefirió aceptar una oferta del Atlético Mineiro entonces dirigido por Jorge Sampaoli y no continuó en el Xeneize.
Mauro Zárate
El ex delantero de Vélez había llegado en la gestión de Daniel Angelici y se quedó en 2020 por un pedido expreso de Miguel Ángel Russo. Se había firmado una renovación con incremento salarial hasta junio de 2021, pero no hubo acuerdo con otras exigencias del futbolista para estirar el vínculo y se fue a jugar al fútbol brasileño una vez que terminó el contrato.
Julio Buffarini
Al igual que con Zárate, Buffa aceptó la propuesta hasta junio de 2021 y 6 meses antes de esa finalización, Boca comunicó en sus redes que ya no continuaría. El club explicó que le habían hecho un ofrecimiento por dos años más que el cordobés no aceptó. A pesar de lo declarado por la institución, el lateral siguió formando parte del primer equipo y fue tenido en cuenta por Miguel Ángel Russo hasta que terminó su vínculo y se fue al ascenso de España.
Cristian Pavón
El extremo volvió de Estados Unidos en 2021 tras su paso por Los Angeles Galaxy. Tenía contrato hasta junio de 2022 y Boca le acercó varias propuestas que fueron rechazadas por el futbolista. A principio de 2022 arregló un precontrato con el Atlético Mineiro y los últimos 6 meses en Boca se los pasó entrenando sin ser tenido en cuenta por Sebastián Battaglia, quien sí lo usó durante el semestre anterior donde ganó la Copa Argentina.
Pavón, uno de los que eligió no renovar su contrato. (Getty)
Eduardo Salvio
Fue el 10 de Boca tras la partida de Carlitos Tevez y su contrato tenía vigencia hasta el 30 de junio de 2022. Conforme se iba acercando la fecha, la firma no llegaba. El Xeneize le ofreció un salario más bajo que el que tenía, el futbolista se plantó y finalmente terminó yéndose libre al Pumas de México a poco de ganar la Copa de la Liga 2022.
Carlos Izquierdoz
El Cali quedó en el ojo de la tormenta en la Copa Libertadores 2022 por encabezar un reclamo contra la dirigencia de Boca por unos premios atrasados. Su contrato vencía a fin de año y luego de eso el equipo quedó afuera del certamen y Sebastián Battaglia dejó de ser el entrenador. Por lo sucedido, le comunicaron que con Hugo Ibarra no sería tenido en cuenta y decidió irse al Sporting Gijón de España.
Agustín Rossi
El arquero fue la gran figura del 2022 en Boca. Sobre el final del año tuvo rendimientos clave y el club le acercó una oferta para renovar su vínculo que vencía a mediados de 2023. El futbolista no aceptó la oferta y firmó un precontrato con Flamengo a seis meses de la finalización del mismo. Terminó yéndose a préstamo con cargo a AL Nassr antes de desembarcar en el club brasileño.
Rossi fue la gran figura de Boca en 2022. (Getty)
Agustín Almendra
Surgido en Boca, el volante ofensivo tuvo varias inconductas disciplinarias que lo marginaron del plantel. La última de ellas fue en febrero de 2022 cuando se peleó con Sebastián Battaglia durante un entrenamiento. Desde ese momento se decidió que no jugaría más con él como DT y quedó separado del primer equipo entrenando a contraturno. No hubo acuerdo para renovar su contrato y se fue libre a Racing a mediados de 2023, tras más de un año sin jugar profesionalmente.
Sebastián Villa
El colombiano es uno de los casos más particulares que tuvo Boca en los últimos años. Una denuncia por violencia de género en su contra hizo que en 2020 el jugador sea separado del plantel aún con contrato vigente. La postura era que no tenga minutos hasta tanto la Justicia se expida, pero terminó volviendo a jugar antes de que llegara el juicio. Una vez que se supo su condena en 2023, el club le comunicó que no jugaría más en el primer equipo y terminó yéndose a Bulgaria, a pesar de tener un vínculo con la institución hasta diciembre de 2024.
Bonus track: la salida de Valentín Barco tras no firmar la renovación y el conflicto con Weigandt
En los primeros meses de 2024, Boca tuvo conflictos con dos jugadores para la renovación de sus contratos. El primero fue Valentín Barco, quien no aceptó las propuestas que el club le mandó y la última que firmó fue con una clásula muy baja (10 millones de dólares), que es la que el Brighton ejecutó para llevárselo.
El último caso, con un final distinto, fue el de Marcelo Weigandt. El Chelo no quería firmar la renovación y casi se va libre al Inter Miami, que vino a buscarlo para este mercado de pases. Al final, arregló un nuevo vínculo con el Xeneize y se fue a préstamo por dos años al club de la MLS.