Jugar en Boca es, sin dudas, un antes y un después para cualquier futbolista. Además, tiene un sabor mucho más especial si se trata de alguien que se formó en las divisiones inferiores de la institución.
Ricardo Noir fue uno de esos casos, y después de un debut soñado con gol sobre la hora, su carrera no siguió por el rumbo que él creía. Ese grito contra Racing que significó una victoria y su rendimiento inmediatamente posterior en el Xeneize lo hacían ver como el posible sucesor de Rodrigo Palacio en el ataque del equipo.
Tito Noir jugó en Boca entre 2008 y 2011. (Imago)
Hoy, 16 años después de su debut, tiene su propia peluquería en su casa y no olvida el daño que le hizo su primer representante, que según sus palabras no le pagó el dinero que le correspondía por su pase. “Cuando tenía ese representante no me pude comprar ni un terreno; ahora, cuando no lo tuve más, logré construir una casa en Buenos Aires. Es ahí donde te das cuenta de que hay gente que no sirve”, recordó el exdelantero en diálogo con La Nación.
“No sabía qué carajo hacer cuando me retiré. Hice el curso de peluquero y me puse un saloncito en casa”, agregó Tito. Al final, después de todos los clubes en los que jugó, una frase de su hija lo convenció de volver a Villa Elisa, su pueblo natal en Entre Ríos, donde hoy tiene una vida más relajada y lejos de los flashes.
Cómo fue el ciclo de Noir en Boca y cómo siguió su carrera
Ricardo Noir debutó con la camiseta de Boca el 17 de mayo de 2008 frente a Racing. Carlos Ischia lo mandó a la cancha con 21 años en un duelo que el Xeneize iba perdiendo 1 a 0. Gabriel Paletta igualó el encuentro y después el Tito convirtió sobre el final, sellando así su debut soñado.
Con el equipo enfocado en la Copa Libertadores de ese año, los suplentes eran protagonistas en el torneo Clausura. Para el segundo semestre, Noir ganó más terreno debido a varias lesiones que sufrió Rodrigo Palacio.
Al año siguiente, dos lesiones, primero en su tobillo y después en su rodilla, complicaron su ciclo en el Xeneize y lo cedieron a préstamo a distintos clubes. Barcelona Guayaquil en 2010 y Newell’s en 2011 fueron sus destinos antes de rescindir con el Xeneize.
Luego pasó por Banfield, Racing, Universidad Católica de Chile, Huracán, Atlético Tucumán, Belgrano, San Martín de Tucumán, Atlético Palmaflor de Bolivia, Gimnasia de Concepción del Uruguay y Paysandú de Uruguay.