Pasaron varias horas de la caída de Boca ante el eterno rival. La espuma baja, pero la bronca aumenta. La mente, ya un poco más fría, intenta analizar un acto insólito por parte de uno de nuestros jugadores que, después del papelón futbolístico, quiso golpear a un hincha.
La imagen da la vuelta al mundo, recorre los canales de televisión, hace que nuestro cuadro sea noticia por cosas ajenas a la pelota y genera, entre otras cosas, tristeza y vergüenza. De verdad: cómo un empleado del Club va a querer golpear a un socio por un reproche desde la tribuna.
Nada justifica lo que hizo Chiquito Romero en la zona del túnel. Ni lo de las pulsaciones altas, ni lo de la cabeza a mil por hora, ni eso de las revoluciones y la adrenalina que recorre el cuerpo.
Cuando se gana, pero más aún cuando se pierde, respeto hacia quienes hacen un enorme sacrificio para pagar su cuota, renovar su abono, gastarse hasta lo que no tienen y llegar hacia Brandsen 805 para demostrar fidelidad hacia los colores.
Perfil bajo, silencio, trabajo, humildad y gratitud hacia el movimiento popular más grande del mundo. No se olviden nunca que sin su gente, Boca no sería no sería lo que es.
Video | La palabra de Chiquito Romero tras su pelea con un hincha de Boca
“Quiero ofrecerle mis disculpas al hincha de Boca por la situación del final”, expresó el arquero ante la prensa después de la caída contra River en La Bombonera.