Las imágenes suyas corriendo en la cancha principal del predio de Ezeiza, con una sonrisa de grande como La Bombonera, despertaron felicidad en el plantel y también en los hinchas de Boca. El retorno a las canchas está cada vez más cerca, pero todavía restan ultimar detalles para no dar pasos en falso.
Marcos Rojo, el capitán y referente del equipo dirigido hoy por Jorge Almirón, ya superó la lesión de ligamentos cruzados de su rodilla, terminó la recuperación planeada por el Departamento Médico y está a semanas de cumplir su gran objetivo: volver a ponerse la camiseta azul y oro.
Nadie del cuerpo técnico le pone fecha oficial al regreso, aunque todos saben que está al caer. El defensor ya practica junto a sus compañeros, aunque no hace todos los trabajos para no sobre exigirse, y sabe que a fines de mayo o principios de junio podría volver a calzarse la número 6 y el brazalete con la “C”.
Los ejercicios de gimnasio los hace sin problemas, al igual que los de velocidad en el campo, pero todavía no se sumó a los ensayos formales de fútbol. Ahí, en volver a tener contacto con la pelota, está puesta la mira del futbolista de 33 años que quiere seguir ganando cosas con el club del cual es hincha desde chico.
“Estar afuera es difícil, no te acostumbras nunca. Trato de llevarlo lo mejor posible, aunque la ansiedad es muy grande”, declaró en una entrevista con El Canal de Boca, en donde también agradeció por la banca de sus pares y de la gente. Solo es cuestión de tiempo, Marcos.