La historia no miente y marca que un miércoles 25 de enero de 2012, Boca jugó contra River un amistoso en Resistencia, Chaco, correspondiente a los inolvidables Torneos de Verano que hoy solo generan nostalgia.
No fue un Superclásico más porque hubo algo que lo marcó para siempre: el Xeneize venía de ser campeón invicto en Primera, de la mano de Julio César Falcioni, mientras que su eterno rival deambulaba por el Nacional B.
El resultado final no solo ridiculizó aún más al Millonario, sino que confirmó lo que desde hace rato largo está claro: la paternidad boquense. Nicolás Blandi marcó un doblete y decretó el 2-0 final para el delirio de la mitad más uno.
La previa del encuentro, que se disputó con las dos hinchadas en el estadio de Sarmiento, tuvo todo tipo de condimentos. Desde cargadas en las tribunas hasta inolvidables declaraciones de los futbolistas del Millonario, que lejos de bajar el perfil en la antesala fueron por todo y quedaron expuestos.
La insólita frase de Matías Almeyda antes de aquel Superclásico
“Jugar un clásico es lo más lindo que tiene el fútbol, pero este no es momento par hacerlo. Es un peligro. No están dadas las circunstancias: Boca es el campeón de la A y River está en la B Nacional“, empezó Almeyda, por entonces entrenador de los de Núñez.
Y luego, agregó: “¿El hincha de River se va a bancar las cargadas? ¿Nosotros, en el hotel, nos vamos a bancar eso? Va a ser un desastre”.
La chicana del Chori Domínguez a Boca que terminó en papelón
“Si River gana, a los de enfrente se les viene la noche. Puede salir bien o mal, pero son decisiones. Obviamente que hay mucho riesgo de jugar este partido. La gente se va a cruzar y puede ser un problema para la seguridad. En ese tema, no podemos entrar mucho, tiene que ver con la seguridad”, soltó el entonces número 10 de River.