En la historia de los Superclásicos se dieron una gran cantidad de victorias para Boca y muchas de ellas quedan grabadas en la memoria del hincha. Uno de estos cotejos se dio por el Torneo Clausura 2010. Aquel duelo que comenzó a disputarse el 21 de marzo, fue suspendido por lluvia y continuó cuatro días después.
Para ese duelo en el que restaban 80 minutos por jugar, Hugo Ibarra y Claudio Morel Rodríguez no pudieron jugar por lesión. Finalmente, Abel Alves optaría por este equipo: Javier García, Breyner Bonilla, Luiz Alberto, Ezequiel Muñoz, Fabián Monzón; Gary Medel, Jesús Méndez, Matías Giménez, Juan Román Riquelme; Nicolás Gaitán y Martín Palermo.
ver también
¿Fin de la novela? Serna contó por qué Retegui no volvió a Boca
Más allá de los nombres, el cuadro de la Ribera sacó pecho y superó a River por 2-0 con un doblete del chileno Medel, que festejó colgado del alambrado. Justamente, en aquel clásico debutó el colombiano Bonilla, quien vistió la camiseta azul y oro entre 2009 y 2010. Pero su continuidad no fue la deseada al haber disputado solo tres partidos oficiales.
Luego, los caminos se separaron y el defensor continuó su carrera por todo el continente. Su último paso se dio por Honduras y si bien se encuentra sin equipo desde el año pasado, no está retirado de la actividad. A sus 36 años, el central cafetero rememoró su carrera en una entrevista con Infobae y allí habló sobre su actualidad.
ver también
Se formó en Boca, explotó en 2022 y ahora lo quiere el Manchester City
“Estoy viviendo en Cali, Colombia, desempleado y esperando a ver si sale algo. Puse en pausa mi carrera, pero no descarto la idea de meterme en otros ámbitos laborales“, confesó el futbolista quien sigue guardando un gran cariño por el Xeneize.
“La manera como se trabajaba me impactó. Además, cómo vive el hincha de Boca el fútbol, especialmente los que van a La Bombonera; hay mucha pasión y es contagioso. Por eso, son diferentes al resto del planeta, por el solo hecho de observar cómo viven apasionadamente este deporte, ya que se transpira, se respira y se come fútbol“, cerró Bonilla.