Jugar en Boca es el objetivo de muchos jugadores del fútbol argentino. Están quienes se forman en el club y los que son adquiridos por algún buen rendimiento en otros equipos. Tal fue el caso de José “El Chino” Báez, quien jugaba en San Telmo y llamó la atención del equipo de la Ribera durante 1981.

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En esa época, Diego Armando Maradona brilló y consiguió el Metropolitano. “Vino una persona y me dijo, ¿quérés hacer una prueba en Boca? Dije: ‘Bueno, ¿dónde voy? Pensé que me estaban cargando. Me dijeron: ‘El 4 de enero te esperamos en el predio de La Candela’“, reveló el exfutbolista en diálogo con Infobae.

El Chino Báez trabajó en televisión con Tinelli.
Había brillado jugando para el Candombero en la Primera C, donde había jugado 177 partidos y había gritado 30 goles oficiales. El plantel del Xeneize se encontraba de gira tras el título local por Asia y Báez llegó a formar parte del plantel durante 6 meses. Coincidió un breve tiempo con el Diez pero solamente en entrenamientos, sin poder compartir cancha oficialmente.
Fuera de Boca y dentro de la TV: cómo fue el cambio de rubro de Báez
El Chino Báez tuvo un breve paso por Boca sin poder llegar a jugar oficialmente y su carrera se dio mayormente en el ascenso. Una charla con su hijo lo hizo darse cuenta de que debía dejar de jugar. “Cuando lo fui a buscar, me preguntó: ‘¿Por qué jugás con los pibes? Te la sacan fácil, no tenés que jugar más’. Me dejó pensando. Volví y le dije a mi mujer: ‘Voy a dejar’. Y al lunes siguiente ya estaba atendiendo un kiosco de diarios en Corrientes y Esmeralda“, explicó en diálogo con Infobae.
Más allá de haber encarado para ese lado, también fue DT de San Telmo, fue preparador físico, divisiones infantiles y hasta fue ayudante de campo en Dock Sud. Pero su objetivo era claro y en el fútbol argentino no es para nada fácil conseguirlo: la estabilidad.
“En el el 99 fui a laburar al puerto, como estibador. Y me llamó el entonces gerente de Ideas del Sur, diciéndome que en la productora de Marcelo tenían que filmar en el complejo de edificios del Docke“, recordó Báez. Si bien habían encontrado a otros para hacerlo y no lo necesitaban, terminaron llamándolo de todas formas: “Les robaron todo y me llamó desesperado. Entonces fui, como conozco a todos recuperé lo que se habían robado y terminé trabajando en la producción“.
Luego, fue el propio Marcelo Tinelli quien le aseguró esa estabilidad que tanto quería. “Seguí vinculado cuando hicieron Tumberos. Un día apareció Marcelo y me saludó. Le dije que estaba con preocupación, porque en unos días terminaban de filmar y me quedaba sin laburo. ‘Vos te quedás trabajando conmigo’, me dijo. Y no paré”, comentó el Chino. Siempre detrás de cámaras y ayudando en la producción, así es como el ex Boca pudo lograr asentarse lejos del fútbol.



