Hacer un gol en un Mundial con Argentina resulta inolvidable para quien lo convierte y aún más para los hinchas. Mauricio Pineda lo logró ante Croacia en la Copa del Mundo de 1998, solo unos meses después de haberse ido de Boca donde jugó por un año y medio.
Fue Carlos Bilardo quien lo había llevado para el segundo semestre de 1996 a formar parte de la línea defensiva como lateral izquierdo. Tuvo protagonismo durante ese semestre y todo el 1997, momento en el que el Xeneize estaba plagado de estrellas.
A más de 20 años de haberse retirado, se alejó de las cámaras y eligió una vida de campo, fuera de la ciudad. “Opté por otro estilo de vida. Me fui a vivir al campo y nos entregamos a la tranquilidad absoluta“, explicó el exfutbolista hace un tiempo en diálogo con La Nación.
De La Boca a Europa y el acercamiento al campo tras el retiro
Todo futbolista que logra hacer una buena carrera suele asesorarse para, de alguna manera, solventarse luego del retiro. Mauricio Pineda debutó en Huracán, jugó unos años allí y pasó a Boca (club del que es hincha) y luego dio el salto a Europa vistiendo la camiseta del Udinese.
Su rendimiento hizo que Daniel Passarella lo llevara al Mundial de Francia 98, donde convirtió el gol del triunfo contra Croacia en fase de grupos. Ya había tenido al Kaiser como DT en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, donde el equipo consiguió la medalla de Plata.

Pineda vive en un pueblo apartado de las grandes ciudades. (La Nación)
Luego de su retiro en 2004 decidió refugiarse en Santo Tomé, localidad de la provincia de Corrientes. “Cuando me casé, a mi suegro casi que lo conocí directamente en la boda. Un día me llamó por teléfono para explicarme la posibilidad de invertir en el campo. ¡Lo compré sin ver! Afortunadamente le hice caso“, contó el exlateral en diálogo con La Nación.
Estuvo una década dedicado a la ganadería, y luego se inclinó por otro rubro parecido: “Hoy vendí todas las vacas y aparecieron otras inversiones: los pinos en esta zona rinden mucho. Sinceramente, esta es una vida que me llena“.
¿Qué opina sobre vincularse con el fútbol otra vez?
En su relato, Mauricio Pineda da detalles sobre la tranquilidad de su vida actual, diciendo que juega dos veces por semana al fútbol muy cerca de su casa, y de esa manera despunta el vicio que fue su trabajo durante mucho tiempo.
“Aunque cuando pongo las cosas en la balanza me quedo con esto que vivo hoy. Nunca di ese paso: yo me retiré del fútbol y desaparecí del mapa. No hice el curso de técnico, nada, nada. Creía que había otra vida después del fútbol profesional“, comentó Pineda en La Nación.