Gerardo Martino es el principal candidato a reemplazar a Hugo Benjamín Ibarra. El Tata ya habría recibido el llamado de Juan Román Riquelme y en las próximas horas existirá una reunión para determinar si se convertirá o no en el nuevo entrenador de Boca.
A sus 60 años, el experimentado entrenador se encuentra sin club tras su paso por la Selección Mexicana. Aunque tiene una trayectoria admirable. Su camino comenzó en 1998 en Almirante Brown de Arrecifes; pasó por Platense y Central Córdoba de Santiago hasta que en el 2002 le llegó el paso clave en su carrera cuando arribó a Libertad de Paraguay.
Tanto en Libertad como en Cerro Porteño dejó una gran imagen (fue campeón local con ambos clubes); tuvo una breve en Colón de Santa Fe y volvió a Paraguay para dirigir la Selección. En la Albirroja hizo historia: clasificó a Sudáfrica 2010 y llegó a los 4tos de final del Mundial, donde cayó 1-0 ante España en un partido en el que su equipo pudo ponerse en ventaja cuando Iker Casillas le atajó un penal a Óscar Cardozo. Luego, fue subcampeón de la Copa América 2011.
En el año 2012 agarró un Newell’s que atravesaba un momento delicado. Y tuvo el paso que, quizás, más lo marcó como entrenador en Argentina: fue campeón del Torneo Final 2013 y llegó a las semifinales de la Copa Libertadores 2013 tras una recordada serie con el Boca de Carlos Bianchi en los cuartos de final. Sus estadísticas en Rosario, 36 partidos ganados, 17 empates y 16 derrotas,pero sobre todo su buen juego le valieron el llamado de Barcelona de España.
Martino asumió en Barcelona en junio del año 2013. Un mes después obtuvo su primer y único título en el club: la Supercopa de España ante Atlético Madrid. Sin embargo, el Colchonero fue su piedra del zapato de la temporada. Lo sacó en cuartos de final de la Champions League y la ganó la Liga Española en la última fecha con gol de Diego Godín (fue 1-1, resultado que coronaba a los dirigidos por Diego Simeone). En la Copa del Rey, perdió la final contra el Real Madrid y terminó su vínculo con el club catalán. Sus números: 40 victorias, 11 empates y 8 derrotas.
Tras el subcampeonato del Mundial 2014, Alejandro Sabella decidió dejar de ser entrenador de la Selección Argentina (luego se conoció que fue por su salud). El elegido por Julio Grondona (falleció antes de que asuma pero Luis Segura se encargó se cumplir su pedido) para reemplazarlo fue el Tata y su paso por la Albiceleste es de lo más fresco que tenemos los argentinos. Fue finalista de la Copa América 2015 y 2016, en ambas cayó por penales ante Chile tras igualar 0-0 en la definición desde los doce pasos. Renunció antes de los Juegos Olímpicos de Río, competencia que lo iba a tener como entrenador la Sub 23, porque los clubes no le cedían jugadores. Ganó 20 partidos, empató 4 y perdió 5.
En 2017 volvió a dirigir y lo hizo en el Atlanta United de la MLS. Allí fue campeón de la Mayor League Soccer 2018 y dejó grandes números: 42 triunfos, 16 empates y 20 derrotas lo volvieron a poner en la mira de una Selección. Esta vez, fue la Mexicana.
Su paso por el Tri comenzó en enero del 2019: fue pensado como el entrenador para el trayecto a Qatar 2022. Y comenzó muy bien. Fue campeón de la Copa de Oro 2019 ganándole la final 1-0 a Estados Unidos. Clasificó a la gran cita mundialista compartiendo el primer lugar de las Eliminatorias Concafaf con Canadá (28 unidades). Pero las críticas fuertes comenzaron a llegar tras dos finales perdidas contra Estados Unidos: cayó 3-2 en la definición de la Concacaf Nations League y 1-0 en la Copa de Oro 2021. Ambas en la prorroga.
En Qatar 2022 compartió grupo con Argentina, Polonia y Arabia Saudita. Comenzó su segunda cita mundialista igualando 0-0 con los europeos, perdió 2-0 con el equipo de Lionel Scaloni y superó 2-1 a Arabia Saudita. Quedó afuera en la primera fase por diferencia de gol y presentó su renuncia en la conferencia de prensa.
Luego de dos entrenadores de la casa, pero sin mucha experiencia en Primera División como Sebastián Battaglia y Hugo Ibarra, el Xeneize apunta a un entrenador con una identidad de juego definida y muchas batallas en el lomo. ¿Llegará?
