Jorge Almirón lleva pocos días en el cargo de entrenador de Boca, pero empieza a imponer su idea dentro del plantel. El sucesor de Hugo Ibarra ya sumó su primer triunfo en la Copa Libertadores, le puso un freno a la larga seguidilla de derrotas en el torneo local y ahora se prepara para encarar una seguidilla de tres encuentros fundamentales.
El primero será el clásico frente a Racing en La Bombonera. Los de Fernando Gago se volvieron un rival duro para el Xeneize en los últimos meses, por eso el choque del sábado por la noche será un buen partido para saber de qué está hecho el equipo.
Luego llegará el turno de viajar a Chile para visitar a Colo Colo, el rival más fuerte que tiene el grupo de la Copa, en donde el Único Grande tiene 4 puntos producto de un empate y una victoria. Obtener un buen resultado en Santiago serviría para mirar con otros ojos la clasificación a octavos.
El plato más fuerte será el 7 de mayo en el Monumental. Ese domingo, Boca visitará a River en una nueva edición del Superclásico. El Millonario viene a paso firme, lidera el torneo, pero los de la ribera sueñan con seguir agrandando y estirando la paternidad.
Por primera vez desde que aceptó el mayor desafío de su carrera, Almirón tendrá una semana entera para trabajar y seguir ajustando detalles. El nivel futbolístico todavía está lejos de ser el mejor, pero los jugadores responden de otra manera ante algunas situaciones adversas. Paciencia y tiempo, dos factores claves para que Boca se encuentre otra vez con su mejor versión.