Lucas Janson es una de las caras nuevas de Boca. El delantero, que llegó procedente de Vélez, firmó contrato por las próximas 4 temporadas y ya fue presentado de manera oficial.
En su primera conferencia de prensa como jugador xeneize, el extremo posó con la camiseta azul y oro y confirmó que en su espalda usará el número 11, tal como lo hacía en el Fortín.
A raíz del dorsal elegido para el atacante, un viejo hilo de Twitter, creado por Pablo Boullo (@p_boullo), revivió y abrió de nuevo el interrogante: ¿podrá Janson romper con el “maleficio” de la 11 de Boca?
El foco de esta historia se basa en que dicho número, el 11, le jugó una mala pasada a varios de los que eligieron llevarla consigo. Uno de los casos más emblemáticos es el de Diego Latorre, quien regresó al club en 1996 y contaba con el cariño del pueblo boquense. Sin embargo, al poco tiempo declaró que “Boca era un cabaret”, terminó siendo repudiado por la gran mayoría y hasta se animó a festejarle un gol a Boca tapándose la nariz.
El de Marcelo Delgado, multicampeón con el Xeneize, también es conocido: Chelo siempre utilizó la 16, pero en el segundo semestre del 2001 decidió mutar a la 11 y afrontó la final de la Copa Intercontinental contra el Bayern Munich con ella en su espalda. El desenlace es conocido por todos: un gol increíblemente errado y la expulsión tras ver la segunda amarilla por simular una infracción que no existió.
¿Hay más? Claro que sí. Cristian Espinoza tampoco tuvo buena suerte jugando con la 11, al igual que Federico “Pachi” Carrizo, Federico “Pocho” Insúa en su segundo ciclo, José “Chino” Pereda a principios de los 2000, Martín Andrizzi, entre otros volantes y delanteros.
Pero ojo que no todo es negativo: Carlos Tevez supo ser campeón de América 2003 con la 11 en su espalda y bailó al Santos en el mítico Morumbí. Además, Walter Erviti, pieza clave en el equipo de Julio César Falcioni, también dio la vuelta olímpica con ese número.
Ahora, Janson no solo tendrá el desafío de rendir en el Único Grande del país, sino también de cambiarle la racha a una camiseta que alterna entre buenas y malas. ¿Cómo le irá al nacido en Olavarría?