Uno de los últimos ídolos que tomó las riendas del plantel de Boca fue Hugo Ibarra. Tras su experiencia por la Reserva, el Negro se convirtió en el sucesor de Sebastián Battaglia. En este breve ciclo que duró alrededor de ocho meses, el club dio dos vueltas olímpicas y a fines de marzo, fue desvinculado de su cargo. 

En aquel cuerpo técnico, el exlateral estuvo acompañado por Roberto Pompei y Leandro Gracián. A casi tres meses de su partida del Xeneize, el Tano habló con Jogo Bonito y se refirió a varios temas vinculados al cuadro de la Ribera, principalmente a las críticas que recibió el último ciclo.

Uno estuvo nueve meses en Boca y sabemos cómo es el día a día. Lo que determina la opinión es el resultado. Salimos campeones, 15 partidos invictos. Cada entrenador tiene un sello, un estilo, su manera de jugar y de sentir y hoy Boca se está encontrando nuevamente con su juego. A mí no me modifica nada que se diga una cosa u otra. Son las reglas del juego”, exclamo el exvolante.

Luego, sumó: “Es imposible que no salgan las cosas y estés 15 partidos sin perder. El equipo a nivel resultado fue bueno y por momentos fue fuerte en las áreas y tuvo futbolistas que potenciaron al equipo. Lo que no veíamos era una idea de juego sostenida que no la tuvo Boca desde hace mucho tiempo. No es que no la logró Ibarra. Muchas cosas salían y otras cosas no. Después los resultados determinaron seguir o no”. 

También tuvo palabras para analizar este inicio de Jorge Almirón: “Lo veo bien y que va en crecimiento. Es difícil la situación porque agarrás un equipo en pleno proceso y un equipo como Boca que juega varios torneos. En donde crecés es en el tiempo en el que bajás una identidad con una metodología de trabajo. Pero justo Boca no te da tiempo y tenés que ir adaptando lo que pensás en poco tiempo de laburo”.