Leandro Gracián jugó varios años en Boca, fue campeón como jugador y hasta fue ayudante de campo de Hugo Ibarra, con quien también ganó un título en ese rol. Ahora está dirigiendo a Deportivo Madryn en la Primera Nacional y está muy cerca de lograr un histórico ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
El 9 de marzo de este año asumió con el equipo cuando estaba en el fondo de la tabla con solamente dos puntos. Desde entonces hizo una campaña histórica que incluyó cuatro victorias al hilo después de los primeros dos partidos. Lo acompaña Pablo Santella, hijo del histórico preparador físico de Carlos Bianchi, Julio Santella.
Este último fin de semana goleó a Almirante Brown por 5 a 1 en condición de local y quedó como puntero de la zona B por diferencia de gol. Visitará a Colón en el último encuentro este sábado a las 15.05 y debe ganar por un gol más que Nueva Chicago para acceder a la final contra San Martín de Tucumán.
En caso de no ganar, deberá estar atento no solo al Torito sino también a Aldosivi, Gimnasia de Mendoza y San Telmo porque podrían alcanzarlo y/o pasarlo y jugarán en simultáneo. Desde que llegó al equipo sureño dirigió 29 partidos, ganó 15, empató 10 y solamente perdió 4. Logró el 63% de los puntos.
Su pasado como jugador de Boca
Leandro Gracián jugaba de enganche en Vélez y tuvo a Miguel Ángel Russo como entrenador, con quien ganó el Torneo Clausura 2005. Una vez que arribó a Boca lo pidió expresamente luego de ganar la Copa Libertadores 2007. Juan Román Riquelme se había vuelto al Villarreal tras su préstamo y el Tano fue pensado como su reemplazo.
Brilló en algunos encuentros y en 2008 quedó por detrás de Román en su regreso. Alternó algunas titularidades con banco de suplentes pero la falta de continuidad hizo que fuera cedido a préstamo tres veces (Aris Salónica, Independiente, Colón).
A mediados del 2012 quedó con el pase en su poder y siguió su carrera en el fútbol chileno. Jugó 58 partidos, metió 8 goles y ganó 3 títulos (Recopa Sudamericana 2008, Apertura 2008, Apertura 2011).
El regreso al club como ayudante de campo
El Tano Gracián se retiró como futbolista a los 35 años jugando en San Martín de Tucumán. En 2021, acompañó a Walter Erviti como ayudante de campo en Atlanta. No logró una gran campaña y al año siguiente recibió el llamado de Juan Román Riquelme para regresar a Boca, esta vez para ser el segundo de Hugo Ibarra en la Reserva.
Meses después, el Negro subió al primer equipo tras el despido de Sebastián Battaglia. Allí, Gracián lo acompañó y juntos ganaron la Liga Profesional 2022 y luego la Supercopa Argentina 2023.