Boca tiene 6 Copas Libertadores en sus vitrinas y cada una de ellas tiene una historia particular. Al mismo tiempo, en todas hubo distintos jugadores que hoy por hoy tienen el orgullo de decir que formaron parte del título. Sin embargo, algunos de ellos están al margen del club por decisión propia o porque simplemente tomaron un rumbo lejano al fútbol.
Carlos Ortiz es uno de aquellos futbolistas que fueron parte de la primera gesta de América con el Xeneize, en el año 1977. Entró en los últimos minutos del segundo partido ante Cruzeiro, que terminó en derrota 1 a 0. Luego el equipo se consagró campeón por penales en el desempate disputado en Montevideo, en el Estadio Centenario.

Ortiz jugó en la final de la Copa Libertadores 1977 contra Cruzeiro. (Río Negro)
Ahora, con 72 años de edad, disfruta de los años de gloria viajando y escribiendo libros. “Todo es producto del esfuerzo, trabajé mucho. Tras retirarme del fútbol me dediqué a distintas actividades comerciales, traje frutas y verduras de Mendoza -allí nació-, tuve agencia de quinielas y lo último que hice fue administrar un negocio de venta de ropas en Neuquén“, comentó el exfutbolista en diálogo con LM Cipolletti.
Con respecto a los viajes que hace, marcó una gran diferencia de su etapa como jugador: “Como futbolista viajás mucho por todo Sudamerica pero no terminás conociendo nada ya que vas del aeropuerto al hotel y al estadio“.
Puro disfrute: ganó la Libertadores en Boca y ahora vive viajando
Carlos Ortiz jugó en Boca durante 1977 y convirtió 9 goles en 21 partidos. Su única medalla en el club es una de las más importantes, la de la primera Copa Libertadores obtenida en toda la historia. Se destacó en los torneos Metropolitano y Nacional mientras los titulares jugaban los encuentros de Copa.
“Si bien pasar de Independiente de Neuquén a Boca resultaba muy difícil y el cambio económico fue importante, si hubiese sido ahora de marcar 14 goles en 28 partidos como hice ganaría una millonada de pesos”, explicó el retirado delantero en diálogo con LM Cipolletti.
Ya lleva una década con una costumbre con la que grandes y chicos sueñan: vivir viajando. “Soy de los que creen que el futuro es ahora, para eso me rompí el lomo. No me interesa juntar plata ni bienes personales, me dedico a disfrutar, recojo mi mochilita y me voy a conocer nuevos paisajes, lo cual encierra todo un aprendizaje”, señaló Ortiz.
Además, planea continuar conociendo distintos lugares más: “Estoy agradecido a Dios, voy a seguir haciéndolo mientras me de el físico, la mente y el bolsillo. De hecho, en Agosto volveré a Europa, quiero hacer Lituania, Polonia, Marruecos, el este europeo y norte de África”.
La escritura, su otra pasión
Además de los viajes, a Carlos Ortiz lo mueve la escritura. El hecho de agarrar la valija para conocer un lugar nuevo le dispara distintas ideas y ya escribió dos libros: el primero de ellos “A vuelo de pájaro“, donde habla de cosas de la niñez, y el segundo “De viaje y cosas sueltas“, con anécdotas de sus recorridos alrededor del mundo.
“Siempre me gustó escribir pero lo puse en práctica a partir del boom de las redes sociales. Lo hago como una catarsis emocional, no lo hago para vender ni tener fama“, explicó el exfutbolista en LM Cipolletti.