Santiago Silva fue un jugador de época en el fútbol argentino. Sus goles con festejos algo particulares y su forma “loca” de vivir cada partido dejaron una marca registrada muy difícil de igualar. El uruguayo pasó por Boca entre 2012 y 2013 y, si bien no logró su mejor versión, en general el recuerdo es bueno tanto como de su parte y también de los hinchas.
El Tanque tiene 43 años y no juega a nivel profesional desde el 2022. Una sanción en 2020 por dóping positivo lo alejó de las canchas y, a pesar de que jugó en Aldosivi una vez que se cumplió el plazo, terminó retirándose y emigrando a España.
En la actualidad juega en el Senior del Deportivo Argentino de Málaga. Justamente se publicó un video suyo practicando definición en un entrenamiento y su media vuelta y pegada lucen intactas. En más de una ocasión manifestó sus ganas de volver al fútbol argentino, donde se puso la camiseta de 10 equipos diferentes.
La receta de Santiago Silva para no sentir presión en Boca
Cuando Santiago Silva llegó a Boca a principios del 2012 las expectativas eran altísimas. Su gran paso por Vélez y la fama goleadora que justificó en cada club donde estuvo ilusionó mucho a los hinchas. El inicio quizá no fue el esperado pero todos deseaban lo mismo: que el arco se abriera y poder gritar sus goles.
“Yo lo disfruté al máximo. Por mis maneras, por mis formas, porque me encanta asumir la presión y esa responsabilidad. Así como lo vivo dentro de la cancha, también lo vivo afuera“, señaló Silva en diálogo con Planeta Boca Juniors.
“En Boca tenés que ser 24 o 25 horas profesional. Hasta que no respires, tenés que estar metido, controlar las emociones, como te manejas afuera”, explicó el uruguayo. Cuando le consultaron sobre qué fue para él jugar en el único grande no dudó en mostrarse agradecido.
“Es pasión, gloria, sentimiento, magnitud, orgullo mundial, pongo todas esas palabras adelante y atrás, que es algo inexplicable. Por eso soy un afortunado, le agradezco a Dios de jugar en Boca“, señaló el atacante.
Los números de Santiago Silva en Boca
Santaigo Silva llegó a Boca en el verano del 2012 por pedido de Julio César Falcioni, en ese entonces entrenador del Xeneize. Le tomó varios partidos poder convertir su primer gol pero cada vez que marcó fue de gran importancia para conseguir resultados y en algunas ocasiones títulos. Jugó 61 partidos, convirtió 20 goles y ganó la Copa Argentina 2012, donde convirtió un gol en la final ante Racing.