La derrota de Boca terminó siendo preocupante. Por la eliminación, por el resultado y también por el futuro. En 20 minutos pasó de todo y un 2026 que pintaba con Claudio Úbeda como director técnico hoy por lo menos no es tan así.
En el cambio, el “Sifón” puso en juego el partido y su futuro. Sacar a Exequiel Zeballos, el mejor jugador de la cancha, tuvo graves consecuencias. Esa lógica que se le venía reconociendo al entrenador no continuó: el cambio de Alan Velasco podía ser, pero no por Zeballos. Definitivamente, acciones como esta condicionan a Úbeda ante los hinchas. Veremos ante la dirigencia.


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Úbeda dijo que vio “signos de cansancio” en Zeballos y por eso lo sacó. Ahora, si ves a tu futbolista desequilibrante dando señales, ¿no le preguntas? Por la información que tengo, no hubo una pregunta puntual al futbolista y el cambio lo decidió el cuerpo técnico directamente.
El entrenador, además, dijo que en los partidos anteriores lo sacó, algo que es cierto. Pero nunca tan temprano. Lo que pasó después lo expuso aún más: Boca evidenció la falta de un futbolista que rompa líneas y el “Chango” había sido su carta en ese aspecto en los últimos partidos.

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Hay que aclarar algo: Boca no perdió solamente porque salió Zeballos. El equipo tuvo un mal partido y los jugadores no dieron la talla. Pero hoy el apuntado es Úbeda. Porque 70 minutos antes estaba con chances de ser el entrenador en la Libertadores 2026 y, en 20 minutos, puso todo su futuro en juego. Ahora todo queda en la decisión de Juan Román Riquelme.




