Durante su enorme y riquísima histórica, Boca se aferró a un estilo de juego que estuvo marcado por la garra y el sacrificio en el campo de juego. Así como desde las tribunas bajan aplausos por una gambeta, un buen gol o un caño, los hinchas del Único Grande también enloquecen cuando un jugador se tira a barrer con todo.
O incluso, en los últimos años, en los cuales ciertos jugadores fueron a trabar con la cabeza. Y uno de los ídolos que patentó esta jugada fue Enrique Hrabina, histórico defensor hecho a la medida del club y que supo vestir la azul y oro entre 1985 y 1991. En 2024, ‘Quique’ hizo un repaso de su carrera y allí eligió el mejor momento que vivió en la institución.

¿Cuál fue el mejor momento de Quique Hrabina en Boca?
Entre mediados de la década del ‘80 y comienzos de los ‘90, Hrabina jugó en el cuadro de la Ribera y defendió los colores del club en una de las épocas más complicadas. Pese a ello, consiguió algunos títulos como la Supercopa Sudamericana 1989 y la Recopa Sudamericana 1990.
Pero, a la hora de elegir su mejor momento en el Xeneize, Quique rememoró en una entrevista con Infobae en abril del 2024, un hecho que se dio en 1986. “Tuvimos un partido que nos marcó: la final de la liguilla ‘86 contra Newell´s. Perdimos 2-0 la ida de locales y al comenzar la revancha en Rosario, nos metieron un gol. Parecía imposible revertirlo. Ahora en el fútbol le dicen épica a cualquier cosa”, rememoraba el exdefensor.
Luego, añadió: “¿Sabés lo que fue eso? Además, el árbitro Abel Gnecco nos expulsó a las tres H: Hoyos, Higuaín y yo y también a un par de ellos. A mí me echó bien, porque le di una tremenda patada al Galgo Dezotti que se iba solo. Lo viví asomado a la boca del túnel con la gente de Newell´s arriba y fue una fiesta porque el Tuta Torres metió dos goles en los minutos finales y terminamos 4-1. Para ese grupo fue como ganar la Copa Libertadores”.

ver también
El momento más importante que vivió Fabricio Coloccini en Boca: “Creía que me jugaba todo”
Los números de Quique Hrabina en Boca
Enrique Hrabina jugó varios años en Boca, en una época donde los títulos no abundaban y el club atravesaba una importante crisis económica. Llegó a comienzos de 1985 a los 24 años tras destacarse en San Lorenzo. Jugaba como lateral izquierdo y se caracterizaba por tener un juego muy aguerrido.
Jugó un total de 178 partidos en el Xeneize, convirtió 4 goles y vio la tarjeta roja en 10 ocasiones. Se consagró campeón de la Supercopa Sudamericana 1989 y la Recopa Sudamericana de 1990. El 22 de diciembre de 1991 jugó su último encuentro en el Xeneize y dejó la actividad profesional a los 31 años.