Guillermo Barros Schelotto es uno de los grandes ídolos de Boca. Pieza clave en la época dorada de Carlos Bianchi, siempre con su fuerte personalidad y gran capacidad de juego como características principales. A fuerza de goles y títulos, el “Mellizo” se ganó el cariño del pueblo Xeneize.
A lo largo de su enorme trayectoria en el Único Grande, Guillermo tiene infinidades de goles. Algunos claves y otros que fueron verdaderos golazos. En ese sentido, se decantó por uno en particular: el que le hizo a Talleres en el Apertura de 1998, torneo que terminó conquistando el conjunto de la Ribera.

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El golazo a Talleres en 1998, el mejor gol de Guillermo con la camiseta de Boca
El Apertura 1998 es uno de los torneos más recordados por los hinchas de Boca. El Xeneize ganó de punta a punta el torneo y de manera invicta, con Carlos Bianchi como entrenador. En la fecha 15, Boca recibió a Talleres en La Bombonera, y un triunfo lo dejaba a tiro del título.
En ese encuentro, Guillermo se despachó con un golazo que él eligió como el mejor de su etapa en Boca, en una entrevista con “Sin Cassette” en el 2005. “Era una instancia con Talleres, que ya finalizaba el torneo y nosotros necesitábamos ganar para salir campeones. Por eso tenía un poco más de mayonesa”, explicó al elegirlo como el mejor tanto que gritó con la camiseta del Único Grande. En esa jugada, luego de un pelotazo de Serna, el 7 bravo se llevó la pelota, encaró para adentro y después de eludir a dos defensores, definió de zurda para poner el 1-0 parcial en el partido.
Sin embargo, el golazo del “Mellizo” casi queda opacado. El equipo cordobés igualó a los 83 minutos con un cabezazo de Zelaya. Pero Martín Palermo llegó al rescate y de manera agónica. Promediando el final del partido, Adrián Guillermo aprovechó un resbalón de Villarreal y mandó el centro para el “Titán” que la empujó a la red.
La espectacular campaña de Boca en el Apertura 1998
El torneo Apertura 1998 significó el comienzo del exitoso ciclo de Carlos Bianchi como entrenador de Boca. El “Virrey” llegó al club después del Mundial de Francia con el gran desafío de conquistar un título y cortar la sequía.
Boca se mostró sólido de principio a fin. Superó a sus rivales y se llevó el torneo de punta a punta invictos al ganar 13 partidos y empatar los restantes 6. Con este título, el Xeneize cortó una racha de seis años sin ganar un campeonato. En aquel certamen, Palermo batió un récord de torneos cortos: haber convertido más goles que partidos jugados, con 20 tantos en 19 partidos. El equipo de Bianchi nunca se bajó del podio y lideró el campeonato en 17 de las 19 jornadas.