La segunda etapa de Carlos Bianchi fue tan gloriosa como la primera y consiguió tres títulos importantísimos en la misma temporada. El primero de ellos fue la Copa Libertadores 2003 con una goleada frente al Santos definiendo en el Morumbí. El equipo conquistó allí el torneo continental por quinta vez en su historia.
Sin embargo, el Clausura 2003 todavía no había llegado a su fin. El miércoles 2 de julio fue la consagración del Boca frente al Peixe y aún había un partido pendiente contra Rosario Central como visitante para cerrar la participación en el torneo local. River ya se había consagrado campeón en la fecha anterior y el equipo del Virrey no tenía chances matemáticas.

Boca había ganado la Libertadores y la festejó en La Bombonera en un día de partido. (El Gráfico)
Ese domingo el equipo cayó 7 a 2 en Rosario en la despedida del campeonato. A primera vista parece raro ya que el equipo venía justamente de salir campeón. La razón es que el club había organizado los festejos de la Copa Libertadores para ese mismo día en La Bombonera.
Fue por este motivo que el Xeneize mandó a un equipo lleno de juveniles que fue dirigido por Oscar Regenhardt. El equipo formó con un 11 plagado de debutantes: Gustavo Eberto; Raúl Osella, Joel Barbosa, Federico Carballo, Víctor Magnago; Leonardo Verón, Matías Silvestre, Juan Pablo Caffa, Jonathan Fabbro; Mauro Boselli y Héctor Bracamonte.
Más allá de la histórica derrota frente al Canalla, poco le importó a los hinchas que, a la misma hora, festejaban la quinta Copa Libertadores obtenida por el club, y la tercera de Carlos Bianchi como entrenador del Xeneize.
El recuerdo de algunos futbolistas que debutaron esa tarde en Boca
Fueron 5 los juveniles de Boca que debutaron esa dura tarde en Rosario. Raúl Osella, Víctor Magnago, Leonardo Verón, Juan Pablo Caffa y el brasileño Edilio Cardoso De Oliveira. Si bien el entrenador en campo era el Colo Regenhardt, la elección de los futbolistas estuvo a cargo de Carlos Bianchi en un 100%.
“Sabíamos lo difícil que era. Nosotros, chicos sin experiencia salvo Bracamonte, que era el más grande… Acertaron con centros y Figueroa metió 5 goles”, señaló el entrenador de esa tarde en diálogo con Reserva Boca Juniors. Del lado de los jugadores, más allá de la tristeza por la derrota, estaban haciendo su presentación con el equipo de la Ribera. “Lo viví como un sueño, me acuerdo de llamar entre lágrimas a mi papá y escucharlo emocionado”, reveló Caffa en diálogo con la fuente citada.

Oscar Regenhardt comandó a Boca esa tarde en Rosario. (Archivo)
“No lo creímos hasta que nos fuimos juntando en una habitación en Casa Amarilla, ahí empezamos a caer que debutábamos en Boca”, agregó Raúl Osella. Si bien era “un sueño” para varios, lo cierto es que otros vieron la otra cara de la moneda.
“No nos dejó bien parados. Fue un partido difícil que nos dejó a muchos ‘mal vistos’ para tener otra oportunidad”, explicó Víctor Magnago. En su caso, fue cedido al exterior hasta volver y quedar con el pase en su poder.