Darío Benedetto acordó con Boca rescindir su contrato debido a que no iba a ser tenido en cuenta por Diego Martínez. Ahora, el delantero está libre y en búsqueda de un nuevo destino. Mientras espera por encontrar equipo, el delantero se hizo otro tatuaje y lo mostró en sus redes sociales.
A través de una historia de Instagram, Benedetto dio a conocer sus seguidores que se tatuó una especie de tridentes que parecen comenzar en la espalda y terminan en la parte trasera de su cabeza. De esta manera, el delantero plasma otra imagen en su piel y no fue lo único que se hizo en los últimos días.
Desde hace tiempo, ‘Pipa’ lleva la palabra “Lealtad” en el lado derecho de su cabeza. Recientemente, hizo algo parecido al tatuarse en el otro lado el término “Familia”.
La despedida de Benedetto de Boca
Una vez que arregló su salida, Benedetto se despidió de Boca a través de una carta en su cuenta de Instagram. Su emotivo mensaje comenzó así: “Hoy me despido del mejor club del mundo, el club de mis sueños. Simplemente dejarles un mensaje a los hinchas, que estuvieron en las buenas y en las malas. Voy a estar toda la vida agradecido por el cariño que me dieron y es por eso que van a estar siempre en mi corazón“.
Luego, reconoció que seguirá de cerca el presente del club del cual es fanático: “Hoy me despido para siempre como jugador, mas no como hincha. A paritr de ahora soy uno más de ustedes“. Por último, agradeció: “Gracias a las dirigencias que estuvieron en distintas ocasiones manejando el club porque cada una de ellas me hicieron vesitr la camiseta más grande del mundo. Gracias a ustedes hoy soy quien soy. Les mando un abrazo y los abarzo a todos”.
Qué dijo Benedetto sobre las críticas recibidas
En el último tiempo, Benedetto recibió duras críticas y más cuando demostró un flojo nivel. Al respecto, el delantero fue claro y dijo: “Muchos me dicen vendehumo, pero yo soy enfermo de este club y toda la vida fui enfermo de Boca. Cuando me tocó los primeros partidos lo vivía más como hincha que como un jugador”.
Por otro lado, reconoció que en sus primeros partidos en el Xeneize fue cuando más estuvo en el ojo de la tormenta: “Al principio me costaba, fue algo muy lindo después de muchas críticas recibidas (3 goles ante Quilmes). Hace 5 partidos que me comía goles abajo del arco, la gente se ponía loca con razón. Vino en el momento más importante y eso me relajó”.