Muchos jugadores de Boca logran trascendencia y un antes y después en su carrera cuando se ponen la camiseta del club. Esto atiende tanto al orden del día a día y la fama como la parte económica, ya que le cambia significativamente a cualquier futbolista que firma con el Único Grande.
Pero sus carreras son cortas y, justamente, la administración del capital es importante para “el día después” o mejor dicho, cuando se deja la actividad profesional. Carlos Horacio Salinas supo ganar la Copa Libertadores y la Intercontinental en el club, pero su actualidad en nada se parece a los tiempos de gloria.
El Loco Salinas logró dos títulos históricos con Boca. (Archivo)
“Con Boca hice un contrato importante. Cobraba cuatro o cinco veces más que en Chacarita, tenía viajes, amistosos… En Boca se te abre la cabeza”, contó el Loco hace un tiempo en El Gráfico.
Se dio el lujo de convertirle al Borussia Monchengladbach en la final del mundo de 1977 (jugada en 1978) y ser parte de una conquista histórica. Había llegado en ese año y quedó en las páginas doradas del club. “Me puse la camiseta y no me la saqué más, siempre fui titular y metí goles importantes. Jugar en Boca me llevó a almorzar con Mirtha Legrand, en una época en la que no iba cualquiera”, recordó.
El drama de Horacio Salinas: estuvo preso y perdió muchísimo dinero
El Loco Salinas continuó su carrera en varios equipos de Argentina, Colombia y Perú. Se retiró a los 31 años pero un tiempo después fue tapa de todos los portales por un hecho increíble.
“Me empecé a encontrar con gente que no correspondía, que me llevó por un mal camino, te empiezan a meter en jodas en las que uno no tiene nada que ver y la pasé mal”, recordó Salinas en El Gráfico hace varios años. Fue encarcelado por tenencia de drogas y fue acusado de comercializarla.
Allí, solamente Ricardo Bochini y el Pato Pastoriza lo visitaron además de su familia: “En Devoto me trataron bien. Trabajaba en la cocina, repartía la comida por los pabellones y desde que llegué, todas las tardes armábamos picados. Aunque igualmente la pasé feo, porque la cárcel siempre es un infierno“.
Había amasado una gran cantidad de dinero por sus pases: “Dos millones de dólares, sí, porque gané mucha guita: en un momento, en un año hice tres transferencias, de Boca a Argentinos, de Argentinos al Rojo y de ahí a Colombia“. “Pero 18 departamentos no, tuve 7. Y dos BMW”, aclaró.
Luego, especificó lo sucedido con su fortuna en dólares, combinada con autos y propiedades: “Me separé, le di dos departamentos a cada una de mis hijas, después tuve que vender los otros, también los autos. ¿Para qué querría yo un auto hoy, si me muevo todo por el barrio?“.
Actualmente no tiene trabajo y vive en el barrio de Caballito. Lo cierto es que, desde su retiro, no pudo disfrutar de lo conseguido y ahora recibe una pensión de la Mutual de Boca, con la que vive día a día.
Los números de Carlos Salinas en Boca
Carlos Horacio Salinas jugó en Boca entre 1978 y 1980. Oriundo de Tucumán, jugaba como volante ofensivo y había hecho sus primeras armas con la camiseta de River. Sin embargo, se enamoró del Xeneize y logró meterse en las páginas doradas del club ganando la Copa Libertadores 1978 y la Intercontinental 1977. Jugó 83 partidos y metió 13 goles durante su paso por el club.
