El domingo por la noche, en el Estudiantes-Boca, se vivió una noche conmocionante en La Plata. Javier Altamirano sufrió un episodio convulsivo y luego de que ambos capitanes, técnicos y árbitros prioricen la salud del jugador, se suspendió el partido.
Corrían 27 minutos en La Plata. La pelota iba para un sector pero los focos de preocupación iban para otro: Javier Altamirano comenzó a hacer movimientos extraños y Santiago Ascacibar se acercó, sin entender que pasaba.
Cómo se vivió la preocupación por Javier Altamirano desde el campo de juego
Apenas tomó conciencia de que los movimientos eran inusuales, el volante empezó a hacer señas al banco “pincha” que ingresen los médicos. Por mi tarea de campo de juego en la transmisión de ESPN Premium, pude ver en detalle la situación: la rápida acción de Domínguez, que estaba muy cercano al lugar, los médicos de Boca y la propia incertidumbre que tenían varios de los jugadores que no estaban tan cercanos a ese sector de la cancha.
El técnico del conjunto local tomó una clara postura, apenas se dio cuenta de lo sucedido, ingresó al campo y llamó a la ambulancia. Al principio entraron los médicos, mientras que Domínguez seguía haciendo señas para que la ambulancia ingrese a pesar de que ya el personal de salud estaba en el campo de juego. Rápidamente Altamirano fue trasladado al Instituto Médico Platense, a tan sólo 4 cuadras del estadio.
El accionar del plantel de Boca y el agradecimiento de Estudiantes
Luego de eso, es el propio Sergio Romero, quien fue a acompañar a la delegación xeneize, que estuvo en todo momento con la gente de Estudiantes interiorizándose sobre la situación del jugador chileno. Cavani, capitán, y Martinez, como técnico visitante, estaban en comunicación permanente con Fernando Echenique y en la primera charla manifestaron su apoyo para que sea el plantel “pincha” que tome la decisión de jugar o no el partido.
Marcos Rojo, por su amistad con Enzo Perez y varios de los jugadores de Estudiantes, también estaba en contacto permanente para saber cómo seguía Altamirano. Por otro lado, Advincula, Zenón y Valentini fueron los que más exteriorizaron la preocupación en los momentos más críticos.
Será Dominguez el primero en resaltar la acción de Boca: “Agradezco a los médicos de Boca, al plantel porque se armó un revuelo y vinieron a apoyar y nos dijeron que decidamos nosotros que necesitábamos. Hay que valorar eso. Nos tenemos que solidarizar y Boca lo hizo. Boca estuvo siempre a disposición”.
En la misma posición, Jose Sosa el capitán pincha, afirmó: “Les quiero agradecer la paciencia a los árbitros y al equipo contrario porque más allá del mal entendido que no se podía escuchar, ellos estaban con nosotros y esperando ver la situación”.
Los insultos de los hinchas de Estudiantes fueron por una confusión
Por último, el otro de los actores, Fernando Echenique también resaltó que desde el primer momento contó con la voluntad de ambos capitanes y técnicos para tomar la lógica decisión de suspender el partido. “Sosa nos dijo que sus compañeros estaban muy mal anímicamente y que no querían seguir jugando y por el lado de Boca manifestaron lo mismo. En todo momento ambos capitanes mostraron predisposición para que se llegue a esta razonable decisión”.
Esto hizo reflejar que los insultos en La Plata, algo que tomó demasiada trascendencia, fueron más por una confusión del momento que por una intención de Boca querer jugar el partido. Si bien en un momento las indicaciones del entrenador existieron, cuando se supo la real dimensión de lo que estaba sucediendo la prioridad siempre fue saber cómo estaba Altamirano.
Y así lo manifestó también el propio entrenador xeneize en ronda de prensa:
“Desde que nosotros entendimos lo que sucedía y la gravedad de lo que pasaba, nos pusimos a disposición de Estudiantes, del cuerpo técnico, del cuerpo arbitral y entre José Sosa, Eduardo Domínguez, los árbitros, Cavani y yo decidimos que lo mejor era suspender el partido. Eso lo quiero aclarar por cualquier malentendido”.