Menos de una semana separa a Boca de la gran oportunidad para empezar a dejar atrás el dolor producido en la Copa Libertadores contra Alianza Lima. El Superclásico del domingo, en el Monumental, no solo puede servir para mantener la punta del campeonato, sino para que la espalda de Fernando Gago pueda ensancharse un poco.
El buen presente del Xeneize, que está obligado a pelear el torneo hasta el final y tener así la posibilidad concreta de campeonar, no va de la mano con el de su eterno rival. El Millonario no luce desde el juego, le da la espalda al famoso “paladar negro”, es cuestionado por gran parte de su hinchada y recién el último fin de semana empezó a convencer. Los silbidos tras las últimas actuaciones de local sirven de ejemplo.
Tanto Marcelo Gallardo como varios futbolistas empiezan a ser mirados de reojo. Las críticas no son solo una pose de las redes sociales, sino que empiezan a escucharse en las calles. Por eso, el Xeneize no la puede dejar pasar.
Si Boca gana en el Monumental, ¿puede acelerar la salida de Gallardo de River?
Un triunfo de Boca, independientemente de las formas y el resultado, no solo le terminaría de poner la chapa de candidato al conjunto de la ribera, sino que dejaría tambaleando a todo River. Ni siquiera el hecho de disputar la actual Libertadores podría maquillar una derrota de local a manos del club que domina el historial.
Si bien Jorge Brito y toda su comisión directiva no tomarán ninguna decisión apresurada, ya que implicaría un alto costo político, Gallardo podría quedar en el ojo de la tormenta y apuntados por propios y extraños.
Por eso, Gago y compañía entienden que lo que ocurra el fin de semana será vital desde cualquier aspecto: por la confianza que podría darles de cara a los playoffs, por empezar a recomponer la relación la gente, por la necesidad de una de esas alegrías grandes y por dejar casi en la lona a los de la vereda de enfrente.
“El domingo, cueste lo que cueste…”
Apenas terminó el partido ante Estudiantes de La Plata en La Bombonera, la hinchada de Boca se pronunció y casi que dejó atrás la victoria ante el Pincha de manera instantánea.
Desde los cuatro costados del Estadio Alberto J. Armando bajó un solo grito que se oyó bien claro. “Ponga huevo, huevo los Xeneizes; ponga huevo, huevo sin cesar…”, empezó el Jugador Número 12, que terminó con el pedido más claro de todos: “el domingo cueste lo que cueste, ¡el domingo tenemos ganar!”.

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