Carlos Bianchi es parte de la historia grande de Boca. Su paso como entrenador fue el más destacado de la historia del club logrando tres Copas Libertadores y dos Intercontinentales. Para todos los xeneizes su nombre es sagrado por lo que generó y todo lo que logró en los ciclos en los que estuvo.
Este último fin de semana se hizo viral un video suyo bailando en una fiesta muy especial. Sucede que cada año, o al menos en los números redondos, festeja su cumpleaños (26 de abril) al mismo tiempo que el de su esposa. El sábado celebró los “150 años” de ambos, dado que ambos cumplieron 75 este año.
Estuvo presente su yerno Eduardo Domínguez junto a su hija Brenda Bianchi, y los demás familiares y amigos. La fiesta contó con shows en vivo de Ráfaga y Soledad Pastorutti. El festejo se hizo en un salón ubicado en la Costanera, a muy pocos metros del Aeroparque Jorge Newbery.
Lejos de las canchas, el Virrey disfruta de sus afectos y festeja a lo grande en cada fecha importante. Antes de la llegada de Fernando Gago a Boca, se había dicho que podía llegar como mánager y que Domínguez podía ser el entrenador. Rápidamente el rumor perdió fuerza y Bianchi ya cumplió 10 años desde su última experiencia como DT, justamente en el Xeneize.
Así le fue a Carlos Bianchi en Boca
Carlos Bianchi llegó a Boca a mediados de 1998 tras la salida de Héctor Veira como DT. Había dirigido en Europa luego de su exitoso paso por Vélez y había comentado el Mundial de Francia 98. Desde su asunción, logró un invicto de 40 partidos en el que consiguió el Apertura 98 y el Clausura 99.
Potenció a grandes jugadores que terminaron como ídolos del club como Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, entre otros. Más tarde, consiguió la Copa Libertadores 2000 y la Intercontinental de ese año ante el Real Madrid. Al regreso de Japón, ganó el torneo Apertura y al año siguiente repitió el título de la Libertadores.
Dejó el club a fines del 2001 por diferencias con los dirigentes pero en 2003 tuvo su segundo ciclo. Allí, al igual que tres años antes, consiguió su tercera Libertadores, otra Intercontinental (esta vez frente al Milan) y el Apertura 2003. Se fue en el 2004 luego de caer por penales ante Once Caldas en la final de la Copa Libertadores, donde había eliminado a River en semifinales.
En 2013 sucedió a Julio César Falcioni y tuvo su tercer ciclo al frente del Xeneize. Sin embargo, no logró ningún título y fue muy cuestionado por el juego del equipo. En 2014 el club decidió rescindirle el contrato para que llegara el Vasco Arruabarrena. Entre los tres ciclos dirigió 349 partidos de los cuales ganó 181, empató 97 y perdió 71, cosechando 9 títulos.