Domingo 8 de julio de 1984. Boca recibe a Atlanta en La Bombonera en medio de una fuerte crisis institucional que, por supuesto, derivó en el plano deportivo. Los futbolistas del plantel profesional deciden no presentarse al partido contra el Bohemio debido a falta de pagos y le comunican la decisión a Domingo Corigliano, presidente del club en aquel entonces.
El Xeneize debió recurrir a juveniles de la cuarta y quinta división, que fueron notificados la noche anterior para sumarse a la concentración, y afrontó el compromiso con ellos en una cancha que solo tuvo público en las tribunas inferiores, ya que las superiores estaban inhabilitadas por peligro de derrumbe.
El resultado (derrota por 2 a 1) terminó en una anécdota, ya que lo llamativo de aquel encuentro pasó por las camisetas que usó Boca en el primer tiempo. Atlanta decidió jugar con una de color azul y el Único Grande debió cambiar el modelo. Pero al no tener el juego alternativo en el estadio debió salir al campo con una de entrenamiento, que era de color blanca y llevaba los números de la espalda pintados con ¡fibrón negro!
Con el correr de los minutos, los dorsales improvisados fueron esfumándose producto de la transpiración de los jugadores. Por eso, Juan Bava, árbitro principal de aquel Boca-Atlanta, permitió que el conjunto de la ribera salga al complemento con su casaca tradicional.
Sin dudas, un momento que quedó grabado a fuego en el colectivo futbolero y que pintó de cuerpo entero lo que se vivía en aquel entonces dentro del club más popular de la Argentina, que supo levantarse y ponerse de pie para dos décadas más tarde alcanzar la gloria eterna otra vez.
La formación de Boca el día de las camisetas pintadas con fibrón
Con estos nombres salió a jugar Boca el día que usó camisetas pintadas con un fibrón negro: Medina; Franco, Dos Santos, Manfredi, Latorre; Tessone, Fornes, Peruchena, Ramírez; Torres y Vales.
Gareca y Ruggeri, los dos grandes ausentes en el histórico Boca – Atlanta
Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca formaban parte del plantel profesional de Boca en 1984. Sin embargo, ninguno de los dos estuvo presente en el histórico partido frente a Atlanta. El defensor y el delantero decidieron no presentarse a jugar ya que el Club mantenía deudas con ambos. Guillermo Coppola era representantes de ambos y formó parte de la decisión final. Tiempo después se marcharían a River y perderían el respeto por parte de la mitad más uno del país.